Industria costea con 450.000 euros la campaña del buque «Sarmiento de Gamboa» en el yacimiento de gas
28 sep 2010 . Actualizado a las 03:00 h.La Xunta considera que la hipotética explotación comercial del Gran Burato, donde se hallarían posiblemente ingentes cantidades de gas metano, se convertirá en una de las piezas clave de su política energética. A esta idea se sumarían, según su criterio, su inminente y relevante presencia accionarial en la planta de Reganosa y el desarrollo de la red de gasoductos por tierras gallegas. A esta conclusión llegó ayer el conselleiro de Economía e Industria, Javier Guerra, tras firmar con la Universidade de Vigo un convenio de colaboración para financiar la expedición al yacimiento, situado a unos 140 kilómetros de distancia de la costa gallega, y que tiene, como magnitudes principales, un diámetro de cuatro kilómetros, un fondo de 300 metros y a una profundidad, desde la superficie, de 1.700 metros.
De modo que la exploración inicial y los resultados finales que se obtengan tras analizar el denominado Gran Burato, una campaña que se iniciará el próximo 16 de octubre -según la última fecha oficial de la Universidade de Vigo- y culminará 15 días después, se han convertido casi en una cuestión de país. O así, al menos, se deriva del gasto que va a tener la misión mar adentro. En total, el coste para las arcas gallegas será de 450.000 euros, contando con el precio de desplazamiento de la nave, que será el Sarmiento de Gamboa , una de las plataformas de investigación más avanzadas de Europa, propiedad del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y con el coste de los equipos humanos desplazados a la zona: 300.000 y 150.000 euros, respectivamente.
¿Qué puede haber allí? En el Gran Burato habría metano; enormes cantidades de este gas confinado en un recinto colosal a gran presión y a temperaturas bajas. De hecho estará, previsiblemente, en estado sólido debido a estos dos parámetros, según las hipótesis de los investigadores.
Extensión del yacimiento
Federico Vilas, catedrático de Geología Marina, dijo ayer tras la firma de convenio de cooperación entre ambas instituciones (Universidade y Xunta de Galicia) que los datos de que se dispone preliminarmente demuestran «la presencia de gas» y «lo que lo que se ve indica que hubo en su momento una fuerte liberación de él, un escape de enormes proporciones». Lo que no saben por el momento y no se aclarará hasta que no realicen la prospección, según añadió a renglón seguido, es «cuánta extensión tiene».
Los expertos admiten que la posibilidad de encontrar hidratos de gas es una cuestión que despierta muchas expectativas, pero subrayan «que se debe actuar con prudencia», ya que si bien la investigación es necesaria para conocer la zona y llegar a determinar la presencia y abundancia de este tipo de hidrocarburos, «la posible explotación y perforación es, por el momento, un reto tecnológico de primer orden, ya que está en límite de la tecnología de explotación y perforación que se está desarrollando en estos momentos», subraya el catedrático Daniel Rey, uno de los coordinadores de la misión gallega.
La campaña surge a raíz de los resultados obtenidos de una campaña anterior financiada por el Ministerio de Ciencia e Investigación y que tenía como objetivo el estudio del paleoclima en la zona.