Mitsubishi solo confirma a Zapatero que Vigo es una candidatura firme

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso VIGO/LA VOZ.

ECONOMÍA

Los japoneses consideran que el emplazamiento gallego para su planta de baterías es «óptimo»

03 sep 2010 . Actualizado a las 14:29 h.

El hermetismo japonés resultó infranqueable para el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, que ha regresado de su entrevista con el gigante asiático Mitsubishi sin otra novedad que la del emplazamiento por parte del grupo nipón hasta finales de septiembre, fecha en la que el consorcio inversor anunciará su decisión.

A falta de un compromiso o un acuerdo verbal que permitiera dar por conseguida la construcción de una macrofábrica de baterías de litio, cuya inversión está valorada en 500 millones de euros, Zapatero echó mano de sus percepciones sensoriales para explicar el resultado del breve encuentro con el presidente de honor del grupo nipón, Mikio Sasaki. «Las expectativas de inversión son buenas. Se está trabajando en todos los aspectos y mi impresión es favorable», declaró al término de la reunión en la que el Mitsubishi recibió el apoyo sin fisuras de la Administración española a su proyecto para Vigo. «Tras mi encuentro se puede decir que se han cumplido los objetivos de esta visita y el camino de la relación con los proyectos empresariales que pueden beneficiar a España discurren de forma muy positiva», añadió el presidente.

Regreso sin novedad

Poco más aportó el presidente español sobre un proyecto que sigue en disputa entre España y Austria, a pesar de que la parte japonesa del consorcio integrado por Mitsubishi, Yuasa y Magna ya ha declarado su preferencia por el emplazamiento gallego, al que habrían calificado de «óptimo», según fuentes de la diplomacia española en Japón.

En la pugna por la mayor fábrica de baterías de Europa sigue todavía con posibilidades la alternativa austríaca de Burgenland, y así lo recordó Zapatero tras departir con Mikio. «Es una inversión que quieren muchos países de Europa. Nosotros estamos jugando esta parte final, pero insisto, con una impresión favorable», dijo, repitiendo palabras pronunciadas hace un par de meses por el ministro de Industria, Miguel Sebastián, tras una visita a la factoría de PSA Peugeot Citroën de Vigo, en la que por primera vez se confirmó la existencia de una propuesta en firme por parte de Mitsubishi para construir en el Parque Tecnológico de Salvaterra una fábrica de pilas para coches eléctricos.

Mientras Zapatero viajaba de vuelta a España, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, defendía la gestión realizada afirmando que «el Ejecutivo trabaja para que Mitsubishi se instale en Vigo y para que esa sea una decisión confirmada».

Más prudente se mostró la Consellería de Industria, que ayer se volvió a remitir al pacto de confidencialidad firmado hace un año con el consorcio austronipón, por exigencia de los inversores, para explicar la postura de silencio que mantienen de forma inquebrantable, junto con el Clúster de Componentes de Automoción de Galicia, y que contrasta con el caudal informativo generado por el Gobierno de España. «El objetivo es no dificultar el éxito de las posibles operaciones», insiste Industria.

El alcalde de Vigo, Abel Caballero, no dejó pasar la oportunidad para sumarse a las reacciones del encuentro entre Zapatero con la cúpula de Mitsubishi, y garantizó suelo a la multinacional para su instalación en Salvaterra, un polígono sobre el que el Ayuntamiento de Vigo no tiene competencias. «He trasladado al Ejecutivo central la garantía de que hay disposición de terrenos», dijo, sin embargo. La superficie solicitada por los japoneses en Salvaterra es de titularidad de la Xunta, y sobre ella no pesa ninguna carga legal para hacer posible la primera fase de la planta de baterías.