Casi 320.000 trabajadores fueron despedidos este año sin justificación

Gabriel Lemos REDACCIÓN/LA VOZ.

ECONOMÍA

Los ceses superaron el millón en el 2009 y solo el 14% fueron por causas objetivas, que la reforma laboral flexibiliza

02 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Entre enero y mayo, casi 462.000 españoles han recibido de manos de sus empresas la carta de despido. De ellos, siete de cada diez (318.633) no obtuvieron ninguna justificación. El empresario reconoció desde un primer momento la improcedencia del despido, abonó la indemnización máxima (45 días por año con un tope de 42 mensualidades) y dio carpetazo al asunto.

Y es que, pese al chaparrón económico, las empresas siguen optando por el despido exprés, aunque les salga más caro. Cuando se acogen al cese por causas objetivas, mucho más barato (20 días de indemnización por año), lo más normal es que el proceso acabe en los tribunales, con el coste que ello conlleva, además del alargamiento del proceso y la posibilidad de que el juez tumbe la argumentación de la empresa. Por eso, solo el 14,7% de los despidos en lo que va de año han sido argumentados. La tendencia, eso sí, es al alza, y se prevé que así continúe toda vez que la reforma laboral flexibiliza y especifica las causas que pueden alegar las empresas para acogerse a esta vía.

En los dos últimos años, con la crisis azotando la economía española, los ceses por causas económicas se han más que triplicado, pasando de los 43.200 del 2007 a los 156.500 del año pasado, cuando en total perdieron su empleo 1.098.711 españoles, superando la barrera psicológica del millón por primera vez en el decenio y doblando los registros anteriores a la crisis (568.500 en el 2007), según los datos del Boletín de Estadísticas Laborales del Ministerio de Trabajo.

Por su parte, los despidos improcedentes repuntaron el año pasado un 17%, hasta los 778.000. Los ceses injustificados «siguen suponiendo, pese a la crisis, un 71% de los despidos», como recoge el Consejo Económico y Social (CES) en su memoria del año, en la que refleja también una de las caras ocultas de la recesión: la desprotección de los nuevos desempleados.

Así, si en el 2008, el primer año de la crisis, el 93% de los nuevos parados podían acceder a una prestación contributiva por haber cotizado el tiempo necesario para ello (un mínimo de 360 días), la aceleración en la destrucción de empleo en los últimos dos años ha llevado a que, en el último ejercicio, ese porcentaje haya caído hasta el 86%. De esta forma, si el número de empleados despedidos de forma improcedente que llevaban más de un año en la empresa creció apenas un 8% en el 2009, en el caso de los que llevaban menos de ese período la cifra se triplicó (pasando de 33.400 a 101.400). Idéntica proporción que en el caso de los despidos objetivos (que pasaron de 4.000 a 12.000).

Se disparan los ERE

Otra de las fórmulas de cese que ha revivido durante la crisis es la de los expedientes de regulación de empleo de extinción, que han afectado a 85.130 empleados durante el 2009 (un 86% más que los doce meses anteriores) y que, en un tercio de los casos, como recoge el CES, han sido solicitados tras un desplome de los pedidos y la producción.