Hacienda pone ahora la lupa sobre los que se han quedado en el paro

La Voz REDACCIÓN/LA VOZ.

ECONOMÍA

Los contibuyentes que perdieron su empleo están obligados, por tener dos pagadores, a declarar con la mitad de ingresos que un trabajador en activo

01 jul 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

A Marcos González el borrador de Hacienda le desbarató su presupuesto anual. Y eso que este vecino de Cambre está habituado a que las cuentas con el fisco no le cuadren. Trabaja haciendo sustituciones como operador de planta en la refinería de Repsol en A Coruña. En períodos de bonanza puede enganchar contratos hasta nueve meses. Ahora que la crisis casi ahoga se reducen a cuatro. «Y eso que se portan bien -dice-, siempre nos turnan para que todos podamos trabajar».

Marcos, que compagina el empleo con períodos en el paro, sabe lo que es que Hacienda se cebe con él por tener dos pagadores. «No me puedo quejar, cuando trabajo cobro bien y como son contratos cortos, me retienen muy poco». Por eso, «contaba con que me vendrían 800 o 900 euros y, como además me coincidía el seguro del coche también en junio, ya fui ahorrando». Pero al final, su deuda con Hacienda era el doble: «Me toca pagar 1.760 euros y me vi obligado a fraccionarlo, no daba para todo».

El caso de Marcos no es, ni de lejos, una excepción. Los propios Técnicos de Hacienda (Gestha) denuncian que, en plena crisis, el fisco se está cebando con los colectivos más desfavorecidos. Entre ellos, los 2,5 millones de contribuyentes que durante el año pasado cobraron prestación por desempleo, lo que los obliga a realizar la declaración de la renta. Porque, como tuvieron dos pagadores (su empresa y el Estado), el tope de ingresos anuales que obliga a hacer la declaración baja de 22.000 a 11.200 euros. O sea, que el trabajador que haya cobrado 22.000 euros el año pasado no tendrá que hacer la declaración, mientras que el parado que cobrase la mitad sí. Y no solo eso: como además las prestaciones por desempleo no tienen retención o esta es muy baja, el saldo con Hacienda será doblemente desfavorable. En Galicia, según los datos de Gestha, hay más de 130.000 personas en esta situación, a las que el borrador de la renta les llega en el peor momento, cuando en muchos casos ya han agotado la prestación. Para los técnicos de Hacienda es una estrategia «disparatada» que se ceba con los colectivos más desfavorecidos «mientras descuida otras vías de recaudación más eficaces y justas como la lucha contra la economía sumergida y los grandes defraudadores».

Antes de que llegue noviembre, cuando vencerá el segundo plazo de su declaración, Marcos confía en enganchar algún contrato más: «Tuve uno de dos semanas en mayo, pero cada vez son más cortos». Antes de que la crisis redujese sus contratos, lo que ingresaba le daba para tirar todo el año, «porque cuando trabajo gano bastante y no soy un gastón», pero ahora necesita trabajar, entre otras cosas para ponerse al día con Hacienda.