Mitsubishi retrasa a otoño la decisión sobre su planta de baterías mientras pide más incentivos a Austria y España
ECONOMÍA
El consorcio austronipón integrado por las multinacionales del automóvil Mitsubishi, Yuasa y Magna ha aplazado hasta el otoño su decisión sobre si será Burgenland, Graz (ambas localizaciones austríacas) o Vigo el destino final de una inversión de 300 millones de euros para construir la mayor fábrica de baterías de litio de Europa.
Así lo ha confirmado la ministra de Infraestructuras austríaca, Doris Bures, en un diario económico, en el que declara la existencia de intensas negociaciones con Magna (constructor austríaco) para conseguir que la inversión se quede en el país.
«Estamos manteniendo conversaciones con Magna y creo que Austria tiene muchas posibilidades, aunque la decisión, en última instancia, debe tomarla la propia compañía», declara Bures.
Según el testimonio de la ministra, el Gobierno austríaco estaría garantizando financiación e incentivos para conseguir el proyecto, dando así respuesta a las peticiones del consorcio austronipón, que utiliza como medida de presión la existencia de más candidatos europeos para su inversión.
La misma estrategia, empleada sobre Galicia, el otro posible emplazamiento seleccionado por el grupo multinacional, le habría deparado ya buenos resultados en forma de suelo industrial a precio por debajo del coste de mercado en el puerto seco de Salvaterra y ayudas del Gobierno y de la Xunta.
Por ahora, Austria ha puesto a disposición del grupo inversor dos zonas estratégicamente situadas y bien comunicadas por autopista y aeropuerto. La primera localización está en Graz, en las inmediaciones del centro de producción de vehículos Magna Steyr, en donde trabajan 500 empleados y en el que existe en marcha un proyecto para el desarrollo de un vehículo eléctrico.
La otra área elegida es Burgenland, un estado federado, en donde existe una reserva de suelo industrial para el proyecto de más de 1,5 millones de metros cuadrados.
Diez en liza
Según confirmó el propio ministro de Industria, Miguel Sebastián, esta semana en Vigo, de los 10 países candidatos, solo dos, España y Austria, siguen en la pugna por los 300 millones de inversión.