Merkel da ejemplo a sus socios de la UE con un recorte de 80.000 millones

Enrique Müller BERLÍN/COLPISA.

ECONOMÍA

08 jun 2010 . Actualizado a las 13:29 h.

El Gobierno de Angela Merkel logró sacar adelante ayer el mayor plan de ahorro puesto en práctica por el país desde la Segunda Guerra Mundial, con el que pretende dar ejemplo a los países miembros de la zona euro, reforzar la estabilidad de la moneda comunitaria y, al mismo tiempo, la autoridad del Ejecutivo alemán, cuya imagen ha sufrido un serio deterioro interno y también en la escena europea. Después de una larga y conflictiva ronda de negociaciones, Merkel anunció en Berlín que su Gobierno se ha propuesto la meta de ahorrar 80.000 millones de euros hasta el año 2014.

«Tenemos que asegurar el futuro de nuestro país», dijo la canciller durante una rueda de prensa que puso fin a una larga y polémica serie de contactos con fuerzas políticas que se iniciaron el domingo y que concluyeron ayer. «Alemania se enfrenta a un esfuerzo sin precedentes. Vivimos tiempos muy duros y difíciles», aseveró. El ambicioso e histórico paquete de ahorro contempla recortes en las prestaciones sociales, eliminación de subsidios para la industria, una tasa ecológica para el tráfico aéreo y un nuevo impuesto para la industria nuclear.

Los recortes también afectan a los empleados públicos, cuyo número deberá disminuir al menos en 10.000 personas hasta el 2014, y que además deberán digerir una rebaja del 2,5% en sus remuneraciones, que se instrumentará mediante la eliminación del incremento en la paga de Navidad del 2011.

Sin embargo, el plan no conlleva aumentos del IRPF ni del IVA. El Gobierno tampoco tocará los presupuestos destinados a la educación y la investigación. De hecho, mantiene su decisión de aumentarlos en 12.000 millones en la presente legislatura.

«Los últimos meses han demostrado, con los casos de Grecia y de otros países de la zona euro, lo importante que es tener unas finanzas sólidas, que son la condición previa para vivir en estabilidad y prosperidad», argumentó la canciller para defender las medidas. «Alemania, como la mayor economía de Europa, tiene la tarea de dar un buen ejemplo», añadió

La nueva política pretende crear empleos para 2,2 millones de personas que viven del seguro de desempleo y que están en condiciones de trabajar. El Gobierno alemán también desea reestructurar las Fuerzas Armadas y con este fin ha encargado al ministro de Defensa, Karl-Theodor zu Guttenberg, que lleve a cabo un estudio, que deberá estar concluido a comienzos de septiembre, para establecer si es posible reducir los efectivos del Éjército en 40.000 personas sin dañar la capacidad de reacción de la Bundeswehr.

Durante la rueda de prensa, en la que estuvo acompañada por el vicecanciller y ministro de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle, Merkel puso especial énfasis en el nuevo impuesto que deberá pagar la industria nuclear para compensar las ganancias que pueda obtener por la prolongación de la vida de las centrales. «Así tendremos una importante participación de la industria en el saneamiento de las cuentas públicas», dijo la canciller, al recordar que el Estado recaudará unos 2.300 millones con ese impuesto. Merkel también evocó que su Gobierno desea introducir un impuesto a las transacciones financieras, como muy tarde el 1 de enero del 2012, si la comunidad internacional o la UE fracasan en sus intentos de ponerse de acuerdo para aplicar esta tasa.