Alemania reducirá 10.000 funcionarios y al resto les bajará el sueldo un 2,5%
ECONOMÍA
Merkel presenta hoy un duro plan de ajuste para ahorrar 51.000 millones en seis años y reconducir el déficit
07 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.El Gobierno alemán anunciará hoy, al término de una reunión extraordinaria de dos días, su drástico plan de ajuste para reconducir el déficit, que se situará a final de año en el 5%, dos puntos por encima de lo previsto en el plan de estabilidad suscrito por los países de la eurozona. Arropada por su socio liberal y ministro de Exteriores, Guido Westerwelle, Angela Merkel apuntó ayer tras la primera jornada de trabajo que del cónclave saldrán las líneas de actuación para asentar el crecimiento en los próximos años. En la misma línea, Westerwelle subrayó que se trata de reorientar las políticas para conseguir sanear las cuentas públicas. «Es el momento de ahorrar», zanjó.
Según las previsiones oficiales, ese ahorro llegará a los 51.000 millones en los próximos seis años, a razón de 11.000 millones en el 2011 y 8.000 en el resto de años hasta el 2016.
Y, siguiendo la tendencia del resto de los planes de ajuste europeos, el ajuste no pasará por aumentar los ingresos, sino por recortar los gastos. En ese sentido, el Gobierno anunció fuertes reducciones en las ayudas sociales: desde las ayudas a la natalidad (en las que se ahorrarán 500 millones anuales) a la protección por desempleo (2.000 millones menos), pasando por la supresión de las subvenciones al alquiler. Así, solo el presupuesto de educación esquivará el tijeretazo para seguir aumentando en los próximos años.
Pero el recorte central del plan de ajuste alemán pivota, como en el resto de Europa, sobre los funcionarios. Así, las primeras filtraciones apuntan que la intención es amortizar 10.000 empleos públicos hasta el 2014 y reducir los sueldos de los que se queden en un 2,5%, un ajuste que se hará eliminando la subida prevista en la paga de Navidad para el año que viene.
La eliminación de subvenciones podría afectar incluso a la empresa automotriz Opel, que espera una inyección de 1.100 millones de euros, y también eliminar ciertas exenciones fiscales para la industria y el sector agrario, por ejemplo en los impuestos de combustibles.
Sobre estos incidió Westerwelle a la hora de plantear nuevos gravámenes, que se podrían extender a las entidades financieras, pese a las reticencias iniciales de la canciller a aplicar en solitario tasas a los bancos, como le reclamaban los sindicatos.
2.300 millones a las nucleares
Entre las que ya saben que pagarán más están las centrales nucleares, que deberán aportar 2.300 millones para compensar la moratoria en la fecha de abandono de la actividad.
El ajuste cancelará incluso el proyecto de reconstrucción del palacio de Berlín, al que el Gobierno debía aportar 400 millones y que solo se retomará cuando las cuentas públicas estén saneadas.