Obama saca adelante la mayor reforma financiera desde la Gran Depresión

Victoria Toro NUEVA YORK/LA VOZ.

ECONOMÍA

22 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El Senado de Estados Unidos dio luz verde en la madrugada de ayer (hora española) a la reforma financiera impulsada por el presidente, Barack Obama. El texto aprobado supone un considerable aumento del control gubernamental sobre los mercados y las compañías financieras y su objetivo último es el de evitar una crisis como la que se desató en el 2008 y de la que aún se están sufriendo las consecuencias.

El Congreso ya dio su visto bueno a una nueva normativa del sector el pasado mes de diciembre, así que, ahora, senadores y congresistas deben preparar un texto unificado para que lo firme el presidente Obama y se convierta en ley, algo que probablemente sucederá el próximo 4 de julio, fiesta nacional estadounidense.

La nueva reforma financiera está considerada por los expertos como la más dura desde las medidas que se tomaron tras la Gran Depresión de los años treinta. El líder de la mayoría en el Senado, Harry Reid, definía ayer lo que significa la aprobación de esta ley: «Les dice a todos los que han estado jugando con el sistema: se acabó el juego».

Y el presidente Obama, para quien esta aprobación supone un enorme triunfo político, afirmó al referirse a ella desde la Casa Blanca: «Nuestro objetivo no es castigar a los bancos sino proteger a la economía y a los ciudadanos estadounidenses». Y añadió que «gracias a ella, el pueblo estadounidense no tendrá que volver a pagar los platos rotos por los errores de Wall Street». Y es que la reforma llega a todo lo que tiene que ver con el funcionamiento de la economía, desde las tarjetas de crédito hasta los préstamos hipotecarios y desde las operaciones de los bancos con los productos más escurridizos como los derivados hasta la posibilidad de desmantelar compañías financieras, incluso las más grandes, sin riesgo para la economía.

? Vigilantes financieros . Se crea un Consejo de Reguladores integrado por nueve miembros y presidido por el secretario del Tesoro. Vigilará la formación de posibles burbujas o la creación de empresas excesivamente grandes con demasiados riegos. Tendrá la potestad de aconsejar a la Reserva Federal (Fed) para que intervenga. Consumidores. Dentro de la Fed se creará una Oficina de Protección de los Consumidores cuya tarea será, fundamentalmente, la de impedir los créditos abusivos, sobre todo en el mercado hipotecario. Más poderes para Fed. A partir de ahora, tendrá la facultad de supervisar a las compañías financieras para evitar que estas puedan llegar a convertirse en un riesgo para la economía nacional. Actuaciones ante una crisis. El Gobierno podrá desmantelar una empresa en quiebra, al margen de sus accionistas y acreedores, para evitar situaciones de riesgo como la que produjo, por ejemplo, la caída de Lehman Brothers. Derivados. Se han utilizado a menudo para cubrir los riesgos. La reforma financiera acabará con esas prácticas, ya que limita las operaciones que los bancos pueden hacer con algunos de estos productos como los derivados de créditos hipotecarios y de seguros, a los que se responsabiliza de muchas de las pérdidas en la crisis del 2008. Fondos de inversión especulativos. Los llamados hedge funds de más de 100 millones de dólares estarán obligados a registrarse ante la Comisión de Valores y a desvelar cuáles son sus operaciones y sus clientes. Agencias de calificación. Se creará un organismo de control que actuará como intermediario entre las agencias y sus clientes.