Estados Unidos busca al culpable del pánico

Victoria Toro NUEVA YORK/LAVOZ.

ECONOMÍA

08 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El pasado jueves, Wall Street recordó a todos que su caída puede hacer temblar al mundo. A las 14.40, una hora y media antes del cierre de los mercados, sucedió algo que hizo que los índices se desplomaran y que algunas compañías perdieran en cuestión de minutos el 90% de su valor.

Los expertos no se ponen de acuerdo sobre lo que desencadenó el pánico bursátil, pero la Comisión de Valores estadounidense (SEC, en sus siglas en inglés) ya está manos a la obra. Ayer emitió un comunicado en el que anunciaba que ha iniciado una investigación para determinar si alguno de los operadores del mercado envió, por accidente, órdenes que afectaron al normal funcionamiento del mercado o lo hizo intencionadamente y con el objetivo de tumbar el mercado, aprovechando el caos.

Aunque en un principio se pensó que todo podía haberse debido a un error humano, ayer esa posibilidad perdía fuerza. Los reguladores investigan ahora de dónde partió la orden que desató el pánico.

Para entender lo que ocurrió en Wall Street es preciso saber que muchas de las operaciones que se cruzan en la Bolsa se hacen de manera automática. Y es que, cuando las acciones caen hasta un determinado nivel, los ordenadores toman el mando y venden para limitar las pérdidas de los inversores. Y eso es también parte de lo que sucedió el jueves en el mayor mercado del mundo.

Máxima tensión

También es preciso tener en cuenta el ambiente que se respiraba en las mesas de operaciones cuando llegó el caos. Como lo habían estado el resto de la semana, los operadores de Wall Street andaban ese día preocupados por la crisis griega. Muchos de ellos se encontraban precisamente viendo las protestas de los ciudadanos griegos en contra del plan de ajuste de su Gobierno en las pantallas de televisión del parqué.

Y en esa situación de máxima tensión se coló una orden, accidental o intencionada, que hizo saltar por los aires cualquier atisbo de cordura, y desató el pánico en escasos minutos, en los que el Dow Jones llegó a sufrir la mayor caída desde el crac de 1987.

La Cámara de Representantes estadounidense también anunció ayer que el próximo martes celebrará una audiencia con el objetivo de intentar aclarar lo ocurrido el jueves en Wall Street