La Xunta pedirá 300 megavatios eólicos en el nuevo reparto para repotenciación que prepara el Gobierno
ECONOMÍA
El Gobierno gallego solicitará a Madrid la concesión de 300 megavatios eólicos, en el marco de un nuevo reparto que prepara el Ejecutivo central, orientado a la repotenciación de los parques actuales. La iniciativa fue anunciada ayer en el Parlamento gallego por el conselleiro de Economía e Industria, Javier Guerra y, según ha podido saber este diario, a ella podrán acogerse básicamente los parques de los años ochenta y principios de los noventa.
La segunda condición que habrán de reunir los proyectos que se acojan a esta medida es que la repotenciación que contemplen no supere el 40% de la potencia actual del parque. Las peticiones en este caso no se resolverán mediante concurso y bastará una autorización en sentido estricto.
Galicia es pionera en el apartado eólico, pero esta posición ventajosa en el tablero presenta también ciertas desventajas, por cuanto algunos parques, con la tecnología actual, podrían producir más y extenderse menos. En este sentido, el Gobierno dispone de un fondo de 2.000 megavatios, de los que la Xunta pretende ahora hacer uso, mediante un decreto de repotenciación, que se encuentra pendiente de dictamen en el Consello Consultivo.
El conselleiro de Economía e Industria compareció en O Hórreo para explicar el contenido de la orden aprobada por la Xunta, de concesión de 2.325 megavatios, en la que «a diferenza do decreto do bipartito», sostuvo, los criterios fijados son «perfectamente obxectivables». Guerra estimó que el desarrollo de la orden conllevará una inversión de 5.500 millones, 3.200 inherentes a los propios parques, y el resto correspondiente a proyectos industriales. La Xunta pretende haber autorizado 6.500 megavatios de potencia eólica en el 2012, con el propósito de reducir la dependencia energética y recuperar liderazgo.
La comparecencia de Guerra se convirtió en una intensa pugna entre el Gobierno y los grupos de oposición, que se abonaron a la tesis de que la Xunta pretende «borrar a herdanza do Goberno anterior» y favorecer «a entrada de intereses eólicos de fóra, moi concretos, que se sentían moi excluídos deste proceso», formulación en la que coincidieron los portavoces socialista y nacionalista, Abel Losada y Fernando Blanco. Los socialistas se refirieron además a la «discrecionalidade» que se introduciría en las adjudicaciones, por la constitución de las mesas de valoración, integradas por un presidente y cinco vocales, propuestos por los titulares de distintas consellerías.
El conselleiro de Economía negó la mayor, y animó a que se presenten al reparto de los 2.325 megavatios todos los empresarios gallegos «serios e solventes». Guerra esgrimió «rigor» y «esforzo», frente a lo que consideró «ineficacia» y «paralización» de la etapa anterior.