PP, PSdeG y BNG, a favor de una fusión equilibrada

M. Á. Rodríguez / S. Vázquez

ECONOMÍA

Las cajas analizarán la unión con dos comisiones técnicas y jurídicas. Entrevistas: Pedro Puy, Xaquín F. Leiceaga y Guillerme Vázquez.

31 mar 2010 . Actualizado a las 23:42 h.

Las dos cajas gallegas debatirán «con prisa, pero midiendo bien los pasos» el proyecto de fusión que se han comprometido a buscar antes del 30 de junio, cuando caduca el fondo de ayudas públicas para la reestructuración de la banca, el FROB. Así lo afirmaron ayer fuentes de Caixanova, convencidas de que las negociación comenzará «la próxima semana».

Los primeros pasos están ya decididos. Caixa Galicia y Caixanova crearán dos grandes comisiones, una técnica y otra jurídica, para supervisar la posible alianza. Ambas entidades trabajarán con multitud de equipos creados por áreas. Los nombres claves en la negociación serán los del presidente y del director general de Caixanova (Julio Gayoso y José Luis Pego) y los de Caixa Galicia (Mauro Varela y José Luis Méndez).

La comisión técnica se encargará de hacer las cuentas, tanto del adelgazamiento necesario en las entidades (personal, sucursales o cartera industrial), como de las ayudas necesarias para consolidar la nueva entidad. El equipo jurídico revisará el protocolo de fusión. En la caja viguesa insisten en la necesidad de «cuadrar las cuentas» antes de profundizar en los detalles que podrían levantar más suspicacias, como el reparto de poder o la ubicación de las sedes.

El Banco de España ya tiene un avance económico remitido por Caixanova que cifra «muy por encima de los 2.000 millones», según admiten en esa caja, el dinero necesario para apuntalar la alianza gallega. El proyecto incluye la posible venta al Santander de un paquete de 300 sucursales sobrantes de las dos entidades. Se baraja que la cifra de oficinas a cerrar ronde las 450, en lugar de las 280 que planteó la auditoría de la Xunta. El Santander asumiría solo parte de los empleados y el resto se añadirían a la lista de prejubilaciones necesarias (casi 1.200, según la due diligence de KPMG). También se contempla como una posibilidad desprenderse de cartera industrial para dar liquidez al proyecto. Caixanova negocia la venta del 66,24% de R.

El problema es que el Banco de España no se ha comprometido aún a facilitar las ayudas, aunque tampoco las ha negado, según personas próximas a la cúpula de las caja con sede en Vigo. Para completar los más de 2.000 millones no solo haría falta vender activos y recurrir al FROB (el préstamo máximo sería de 1.190 millones, al 7,75% de interés y con un incremento anual del 1,5%). También habría que echar mano del Fondo de Garantía de Depósitos, con el que el gobernador del Banco de España no quiere provocar agravios en España.

Los movimientos

Caixa Galicia reunió ayer a su comité de dirección, que preparó el consejo de administración que tendrá lugar hoy y que analizará las cuentas del último ejercicio, ya revisadas por el Banco de España y con el sello de su auditor. No se descarta que la reunión, convocada a mediodía, sirva también para autorizar la negociación de la fusión, o bien que se convoque para el próximo martes otro consejo extraordinario específico. Este consejo ya aprobó hace meses explorar la fusión gallega como plan A.

Caixanova convocará el lunes a su máximo órgano de administración para que el martes ratifique la decisión. Los consejeros de la entidad viguesa estaban advertidos de que no se desplazasen de Vigo hasta hoy, por si en algún momento se les requería con urgencia. Ayer, fuentes de la caja confirmaron que se les ha comunicado a todos que hasta el próximo lunes no recibirán la convocatoria formal del consejo más importante del año: el que deberá dar autorización a los directivos para negociar la posible caja única gallega.