Alfonso Rueda lamenta que no se haya cerrado un acuerdo absoluto sobre la norma y no tener «fechas» para próximos encuentros.
23 feb 2010 . Actualizado a las 21:44 h.Gobierno central y Xunta han celebrado hoy una nueva reunión para tratar de desbloquear la ley autonómica de cajasa de ahorro. Según fuentes consultadas por La Voz de Galicia, los negociadores de ambas administraciones han concretado acuerdos sobre seis de los once puntos en conflicto, los que ya habían sido despejados la semana pasada. Y no habrá más negociaciones en el día de hoy. Los representantes del Gobierno se levantaron de la mesa aduciendo cuestiones de agenda. El gesto provocó el malestar de los enviados del presidente Feijoo, con los conselleiros de Facenda y Presidencia a la cabeza. Es la primera vez que el Ejecutivo abandona temporalmente la negociación.
Los representantes de ambos Ejecutivos negociaban desde las once de la mañana tras las reuniones anteriores celebradas los días 16 y 17 de febrero. ¿Cuándo se volverá a celebrar un encuentro? Pues de momento no hay fechas, pero -según informa Gonzalo Bareño- el Gobierno baraja que pueda haber uno esta misma semana.
La Xunta ha realizado una valoración negativa del estado de la negociación. Tras la reunión, el conselleiro gallego de Presidencia, Alfonso Rueda, ha lamentado que no se haya cerrado un acuerdo absoluto sobre la norma y tener «fechas» para próximos encuentros. En rueda de prensa, Rueda ha insistido en que la Xunta de Galicia venía dispuesta a negociar y a cerrar acuerdos (en su totalidad) sin alterar «lo esencial» de la ley gallega de cajas.
Sin embargo, «solo» se ha llegado a acuerdos con el Estado en seis puntos recurridos -de un total de once en diez preceptos-, que a juicio de Rueda, se podían haber cerrado desde el pasado miércoles. Por eso, advirtió de que si el secretario de Estado de Cooperación Territorial, Gaspar Zarrías, hablaba de avances «significativos» o de una reunión «fructífera», la Xunta de Galicia no podría estar de acuerdo en esa valoración. Además, explicó que la Xunta, después de cuatro reuniones con el Gobierno, ha «constatado» que los «ritmos» (de negociación) entre ambas partes son distintos.
Acto seguido, Zarrías aclaró que el Gobierno autonómico no puede decir que los seis acuerdos alcanzados hoy fueran los mismos del miércoles, ya que entonces no había ninguno. De hecho, el secretario de Estado explicó que ello habría sido imposible porque Galicia no había aún modificado nada. Los cambios propuestos se recibieron al día siguiente, concretamente por la noche del jueves, el mismo día que el Tribunal Constitucional admitió a trámite el recurso contra una decena de preceptos de la ley gallega. «Seamos serios, no se puede frivolizar» recriminó, la propuesta de la Xunta fue fruto del debate y se ha estudiado durante todo el fin de semana.
Además, nuevamente reclamó que no se trate el asunto como una cuestión política, sino jurídica, porque al Gobierno no le compete ninguna otra cuestión, subrayó. El Gobierno de España no ha hablado con Rato (en alusión a Rodrigo Rato, el ahora presidente de Caja Madrid) para que haga una fusión.
Por ello, ante los rumores de que la entidad madrileña podría fusionarse con alguna de las cajas gallegas, Zarrías pidió que nadie crea que Rato «viene por aquí todas las tardes para que le demos nociones teóricas».
El Gobierno, añadió, «después de más de veinte horas de negociaciones», sigue confiando en que es posible que esta misma semana, «antes de que acabe febrero» se llegue a un acuerdo sobre la constitucionalidad de la ley.
Pero el conselleiro de Presidencia, menos optimista, señaló que la Xunta, después de las cuatro reuniones mantenidas con el Gobierno, ha «constatado» que los «ritmos» (de negociación) entre ambas partes son distintos.
Ante esta crítica, Zarrías defendió la labor del Ejecutivo central al asegurar que «hemos puesto toda la carne en el asador», aunque la «celeridad no debe suponer errores».
Por ello, aunque no haya una fecha concreta para otra reunión, Zarrías aseguró que la habrá esta misma semana, ante la disposición de la delegación gallega de seguir hablando.
Entre los puntos en los que ya no se discute la inconstitucionalidad de la norma gallega está el registro de altos cargos, la designación de las entidades representativas, o de un miembro para el consejo que no provenga necesariamente de la Asamblea.