Endesa, Iberdrola y Gas Natural investigan con los fabricantes la forma de adaptar la red a un consumo a gran escala
15 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.La batalla por lanzar el coche eléctrico definitivo no es solo una obsesión de los fabricantes. Si hay un sector especialmente interesado en la introducción de este tipo de vehículos en el mercado es el de las eléctricas, inmersas ya en una guerra paralela: el negocio de la recarga.
Renault, por ejemplo, va a crear un parque de proveedores de energías renovables en Valladolid para acelerar el lanzamiento de su primer vehículo eléctrico, en el 2011. Seat e Iberdrola caminan juntos en el denominado proyecto Verde, financiado por el programa Cénit (Consorcios Estratégicos Nacionales en Investigación Técnica) del Gobierno con un presupuesto de 40 millones de euros. Aquí la misión de Iberdrola consiste en integrar la carga de los nuevos vehículos en el sistema eléctrico. «Estudiamos el comportamiento sobre la infraestructura eléctrica local y su impacto en el sistema para identificar las necesidades de red», explica la compañía.
Endesa es la única firma española que forma parte del proyecto europeo G4V (Grid for Vehicles), dotado con 3,7 millones de euros y creado para buscar fórmulas para desarrollar a gran escala el coche eléctrico. Además, la compañía invertirá 20 millones de euros hasta el 2012 para asegurarse la iniciativa en este campo en España, y se ha asociado con Renault, Volkswagen y Continental para desarrollar un proyecto de investigación sobre motorización eléctrica.
En Galicia las cosas avanzan más lentamente. La investigación en este campo está liderada por el CTAG, Centro Tecnológico de la Automoción de Galicia, y por la iniciativa privada. Fruto de esa colaboración, hace tan solo unos días la empresa Bluemobility presentó un plan que comprende la creación de una red de 15.000 puntos de recarga para abastecer a un parque de vehículos eléctricos que en el horizonte de cinco o siete años debería de estar integrado en Galicia por más de 5.000 unidades. En esta ambiciosa empresa participa Gas Natural. «La inversión inicial prevista por la compañía en los distintos proyectos de desarrollo del vehículo eléctrico en España asciende a más de 7 millones de euros», explica la empresa.
Para todas ellas, el objetivo común es encontrar la fórmula que permita la recarga de la baterías con el exceso de capacidad de generación de energía. «Con la red prevista para el 2014, el exceso de producción existente sería suficiente para recargar seis millones de vehículos eléctricos», explica Red Eléctrica. Aclara, eso sí, que es un objetivo posible siempre y cuando esa recarga se haga con una mayor utilización entre las once de la noche y las ocho de la mañana, cuando hay una menor demanda.
El coche eólico
Ante este escenario, las renovables parecen tener un papel fundamental, según reconoce Alberto Casal, presidente de la firma gallega Bluemobility, que destaca las enormes posibilidades que se abren para el sector eólico gallego. Y es que para abastecer el consumo de un hipotético parque de 5.000 coches eléctricos en Galicia solo con la fuerza del viento haría falta el doble de la potencia instalada actualmente, que no llega a los 3.000 megavatios.
La Asociación Empresarial Eólica dice que la vinculación con la movilidad eléctrica es cuestión de poco tiempo. «Irá a más a medida que aumente el número de megavatios eólicos instalados (y de otras fuentes limpias). Si crece la demanda nocturna de electricidad, las palas de los aerogeneradores podrían seguir funcionando y se equilibraría la curva de carga», explica la patronal del sector.