Asegura que, en el 2013, el déficit público volverá a estar por debajo del techo del 3% que fija Bruselas
29 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Ni un país insolvente, ni una economía peligrosa para la estabilidad de la zona euro. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, plantó ayer cara a quienes han puesto en cuestión la salud de las finanzas públicas y del sistema financiero español. En la ciudad suiza de Davos, donde se celebra estos días el Foro Económico Mundial, el jefe del Ejecutivo aseguró que España es un país «serio y cumplidor», que será capaz de reconducir su déficit público y situarlo por debajo del techo del 3% que establece el Pacto europeo de Estabilidad y Crecimiento. Zapatero respondía así, entre otras, a las críticas contra sus políticas vertidas la víspera por el economista Nouriel Roubini, quien describió a España como una «amenaza para la eurozona».
Durante su intervención en la mesa redonda Repensando la zona euro , donde compartió cartel con con Valdis Zatlers, presidente de Letonia -el país europeo más castigado por la crisis- y con el primer ministro griego, George Papandreu -inmerso en una ardua batalla contra los mercados de deuda pública-,?el jefe del Ejecutivo español desgranó el programa de reformas económicas que su gabinete quiere acometer para atacar el déficit excesivo. Un programa que pasa por la aprobación hoy de un plan de austeridad que persigue el ahorro de 50.000 millones de euros hasta el 2013. Además, se introducirán reformas en la Seguridad Social -para consolidar el sistema de protección «de aquí a quince años»- y en el mercado laboral. Para reforzar su argumentación sobre la solvencia de España, Zapatero recordó que la deuda del país «está 20 puntos por debajo de la media europea [52% del PIB frente al 70% en el conjunto de la UE], y el Tesoro dedica el 5% de los ingresos al pago de la deuda, menos que Francia y Alemania». «Tenemos una hoja de servicios impecable», sentenció.
Banca
En el capítulo de las salud del sistema financiero patrio, Zapatero se mostró tajante: «España es de los pocos países en los que la crisis no ha supuesto la quiebra de ningún banco. Incluso el Santander ha sido llamado en el Reino Unido a hacerse cargo en cierta medida del sistema financiero». «Es chocante», dijo, «que desde países como Estados Unidos, el Reino Unido o Alemania se hable del sistema financiero español cuando habría que destacar la fortaleza y resistencia que ha demostrado a lo largo de la crisis». No obstante, admitió que antes del verano habrá una «reestructuración importante» de las cajas.
También tuvo un hueco para criticar las propuestas lanzadas por los Gobiernos de Francia, el Reino Unido y Estados Unidos de establecer por su cuenta reglas o impuestos sobre la banca. Señaló que deberían esperar hasta que el ?G-20, esté en condiciones de fijar normas para todos.
En todo momento, Zapatero defendió la solidez del euro, e insistió en que «ningún país saldrá» de la divisa única por la crisis porque «ha sido, es y será una moneda fuerte que ha disciplinado fiscalmente, ha dado estabilidad de precios y ha integrado más a la zona euro». En ese sentido, atribuyó las dudas sembradas acerca de su futuro a voces a las que «nunca les ha gustado» su existencia.