El ministro afirma que hay consenso entre patronal y sindicatos para subvencionar las reducciones de jornada
12 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.El Gobierno quiere taponar la sangría de parados que ha colapsado el mercado laboral español por lo que apostará por el llamado contrato alemán, que permite a las empresas reducir las jornadas de sus trabajadores mientras el Estado compensa a estos por las horas no trabajadas. Así lo afirmó el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, que tras comparecer en el pleno del Congreso que debatió el dictamen sobre los Presupuestos para el 2010, aseguró que esa será la primera medida que salga del foro del diálogo social tras su reactivación, dado el «amplio consenso» que existe entre patronal y sindicatos para abordar un nuevo sistema laboral que permita a las empresas hacer «suspensiones de horarios», tal como ocurre en Alemania.
Corbacho puntualizó que se trataría de un mecanismo similar al actualmente vigente en los expedientes de regulación de empleo temporales, aunque a esos «ajustes horarios» subvencionados solo podrían optar empresas de un «tamaño mínimo», fundamentalmente del sector industrial. El ministro explicó que en Alemania, cuando una empresa tiene que bajar su producción por la caída de la demanda puede ajustar los horarios de su plantilla, cobrando el trabajador de la empresa las horas trabajadas y siendo compensado por el Estado con un porcentaje de las horas que no trabaja, a la vez que dedica parte de las no empleadas en actividades relacionadas con la formación.
Corbacho aseguró que el cambio en el modelo busca que en un futuro los «ajustes económicos no recaigan solo en las plantillas». «Actualmente en España la filosofía es que cuando hay crisis, todas las empresas ajustan plantilla y los trabajadores temporales pasan directamente al paro, cuando en otras economías lo que sucede es que el despido es la ultima opción», aseveró el ministro, tras añadir que debe haber «instrumentos en el medio para pasar los baches».
El titular de Trabajo confía en que el acuerdo sobre el nuevo contrato pueda cerrarse en un mes aunque aseguró que esta medida no puede ser la única que salga del diálogo social al advertir que la economía española va a cambiar y en esos cambios «habrá que hacer reformas».