España es una isla energética, no solo en la electricidad sino también en el gas. Aunque cuenta con los medios para convertirse en un importante exportador de este hidrocarburo hacia Europa, la situación geográfica, la insuficiencia de infraestructuras, y quizá la falta de predisposición de la vecina Francia, lo impiden. El intercambio de gas entre los dos países es unidireccional, ya que la capacidad española para exportar es prácticamente nula, mientras que la francesa es de 3 millones de metros cúbicos (bcm).
El aumento de la interconexión que los dos Estados han puesto en marcha permitiría transportar 7 bcm de gas bidireccionalmente. La capacidad será un 125% superior desde Francia, y un 4.400% en el caso de España. Si este proyecto, que supervisa la Comisión Nacional de la Energía (CNE), tiene éxito, España pasaría de ser receptora a exportar, y tendría capacidad para surtir a Europa en caso de crisis energética.
El aumento de la conexión se llevará a cabo en dos fases. En la primera, la Open Season, se reforzarán las infraestructuras que ya existen en la zona oeste, aumentando la capacidad del gasoducto de Larrau (Guipúzcoa) en el 2013. Con esta acción se conseguirá la ampliación de 7 bcm, una cantidad que se podría duplicar en una segunda fase, en la que se partiría de cero por la inexistencia de infraestructuras en el eje este, y que comprendería la creación de un gasoducto en Cataluña en el 2015.
Autopistas de peaje
Para lograr este objetivo es necesario que los transportistas inviertan unos 3.370 millones de euros, entre Francia (1.800 millones), a través de TIF y GRT Gaz, y España (el resto), a través de las empresas Enagás y Naturgas. Una inversión que recuperarían con el pago de los peajes.
El éxito de este proyecto depende de la disposición de las comercializadoras, que habrán de permitir recuperar la inversión a través de los peajes.
Si la primera fase se salda con éxito, habrá posibilidad de iniciar una segunda a mediados del 2010. En una primera consulta las comercializadoras se mostraron interesadas, y 11 grupos empresariales demandaron seis veces la cantidad ofrecida.