El colectivo de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) no tiene dudas de que, en época de crisis, habría que explorar otras vías recaudatorias que no sea incrementar el IRPF para las rentas altas. Así lo afirma el secretario general de la formación, José María Mollinedo, que apunta que recuperar el impuesto sobre el patrimonio para las grandes fortunas, luchar de modo eficaz contra el fraude o avanzar en la fiscalidad medioambiental podrían ser alternativas eficaces para revitalizar el preocupante nivel de déficit de las arcas públicas.
-¿Qué opinión le merece el anuncio de José Blanco sobre subir la fiscalidad a quienes más ganan?
-Nosotros estaríamos más de acuerdo con la restitución del impuesto de patrimonio (IP) a las grandes fortunas. Porque solo el 3% de la población declara ganar más de 60.000 euros, que es lo que se consideran rentas altas, y es una cifra ridícula. La recaudación que aportan es el 2,57% del total del IRPF. Por eso, desde el punto de vista recaudatorio, creemos que sería mejor recuperar el IP que poner una sobretasa en el IRPF.
-¿Por qué?
-Las personas que declaran más de 1,5 millones de euros de patrimonio suponen el 49% de la recaudación total de ese impuesto. Y eso no se puede decir que sea la clase media, porque el IP es individual, es decir, que quien declara es una sola persona. Además, quienes tienen semejante fortuna apenas son el 3,75% de los 941.000 declarantes totales.
-¿De qué cifras de recaudación estaríamos hablando?
-Con patrimonio de 1,5 millones a 6 millones de euros, pagarían a Hacienda 16.042 euros por declarante. Quienes tengan entre 6 y 30 millones abonarían 57.000 euros y los que superasen los 30 millones de patrimonio neto declarado (deducidas deudas, hipotecas, vivienda habitual y negocio), pagarían 321.712 euros. En esta última situación solo hay 132 personas en España. Estamos hablando de que apenas 35.000 personas podrían aportar la mitad de la recaudación del IP, es decir, unos 1.000 millones de euros.
-Pero no son suficientes para sanear las cuentas públicas...
-No. Pero tampoco gravar más a las rentas altas en el IRPF. Por eso es más posible que el ministro de Fomento se refiriese a personas no con grandes ingresos sino con grandes patrimonios.
-¿Ustedes qué proponen? ¿Hay más alternativas?
-Sí hay alternativas. Cuadrar las cuentas sin recurrir al endeudamiento público y sin subir los impuestos es posible. La lucha contra el fraude fiscal es fundamental. Además, podría tener buena acogida dentro del proyecto de Ley de Economía Sostenible, ya que el punto 19 de la resolución final del debate sobre el estado de la nación era precisamente luchar contra el fraude fiscal. Hay que introducir más métodos de lucha contra el fraude.
-¿Qué recaudación estiman que podría realizarse por esa vía?
-Hablamos de unos 30.000 millones de euros por impuestos si reducimos nuestra economía sumergida a tasas similares a las de nuestro entorno, es decir, del 20-22% español al 10-12% europeo. Esto sería posible aplicando las normas que se aplican en otros países. No es una utopía. Y a los 30.000 millones se les sumarían otros 15.000 por cuotas impagadas a la Seguridad Social. Hay mucho de donde extraer y, además, la opinión pública está a favor, como reveló el último Barómetro Fiscal.
-Revocar el cheque bebé o la deducción de los 400 euros también ayudarían...
-Es cierto que esas medidas han contribuido a dilapidar el superávit. Pero es que, además, estamos en un 30% de caída de ingresos. Y el desplome de la recaudación ha sido el factor más importante en el descuadre de las cuentas públicas, por encima del cheque bebé o los 400 euros. La situación es grave. Hay que hacer algo.