La Xunta mantiene que la comunidad «no puede perder peso financiero» ante el proceso de concentraciones
11 ago 2009 . Actualizado a las 09:11 h.De la maniobra que pretenden altos cargos de la dirección nacional PP en Madrid y el propio presidente de Caja Madrid para absorber a entidades de fuera de esa comunidad no tiene conocimiento el propio consejo de administración de la entidad financiera. Lo reveló ayer el responsable de Economía del Gobierno de Esperanza Aguirre: «Ni el consejo de administración ni la Comunidad han recibido información al respecto». «Al no tener ninguna información ni ningún dato, posiblemente quede en ese tema, es simples estudios especulativos», dijo Antonio Beteta en declaraciones recogidas por la agencia Efe.
La respuesta del consejero de Esperanza Aguirre refuerza así la tesis de que una operación para fusionar Caja Madrid, segunda caja española, con la alicantina CAM (cuarta entidad de ahorros del país) y Caixa Galicia (sexta), se urdía de espaldas al consejo y por decisiones personales. Fuentes del sector financiero atribuyen esa pretensión directamente a Miguel Blesa, actual presidente de la firma madrileña y cuyo mandato está en el aire teniendo en cuenta que en otoño habrá elecciones en Caja Madrid. Una fusión le permitiría permanecer un tiempo en su cargo (llegó en septiembre de 1996) ya que un proceso de ese calibre paraliza cualquier proceso electoral.
Hombre de confianza de Esperanza Aguirre -fue el portavoz del PP en la Asamblea de Madrid antes de ser hoy consejero-, Beteta aseveró que esa operación a tres bandas es, en la actualidad, «una especulación sin fundamento». El responsable de Economía madrileño recordó, en lo que se puede interpretar como un mensaje directo a Blesa, que la Comunidad de Madrid tiene «todas las competencias» en la gestión de las cajas de ahorros. Con todo, dijo «entender» que desde la entidad se puedan estudian operaciones «desde un fundamento económico».
La simple posibilidad de que una caja de fuera se quedara con alguna gallega generó ya una unanimidad entre los tres partidos políticos, que cerraron filas en torno a la «galeguidade» de las entidades financieras de la comunidad. La Xunta, como detalló el presidente Feijoo, no presentará hasta finales de septiembre su propuesta de futuro para las caixas, aunque ya ha encargado un informe sobre el coste que tendría la unión de Caixa Galicia y Caixanova. Fuentes cercanas al titular de la Xunta aseveran que Galicia «no puede perder peso financiero», algo que enlaza con la idea de la Consellería de Facenda: «Por dimensión, eficiencia y solvencia, la Xunta defiende que las cajas gallegas siempre tendrían que liderar cualquier proceso» de unión o alianzas.
El PP nacional, con Cristóbal Montoro a la cabeza, ha repetido en las últimas semanas que hay que abogar por grandes entidades de ahorro en España, pero no vinculadas a un territorio específico, como sucede hoy con todas las cajas.