Los huelguistas ocupan el astillero Vulcano en el duodécimo día de paro

M. Sío Dopeso? / ?L.?C. Saavedra

ECONOMÍA

La dirección ordenó retirar las pasarelas de acceso a un buque en construcción por «motivos de seguridad»

19 jun 2009 . Actualizado a las 10:53 h.

Cientos de trabajadores ocuparon ayer, durante la duodécima jornada de paro no consecutivo del sector del metal, las instalaciones del astillero Factorías Vulcano, el segundo mayor de la ría de Vigo, en lo que fue un nuevo giro de los acontecimientos de una huelga que va camino de convertirse en la más larga y dura de la historia, solo precedida por la que se prolongó durante 18 días en el año 2006. Los manifestantes, cerca de 2.000, protestaban contra las medidas adoptadas por la dirección de la compañía naval de impedir, justo al comienzo del turno matinal, el acceso de los trabajadores del astillero a los buques en construcción «por motivos de seguridad», según la dirección. A esta medida, que soliviantó a los huelguistas, se añadió que se hiciesen una pruebas de mar de un buque antes del horario previsto, para evitar un boicoteo de los trabajadores. La jornada de ayer empezó con una estrategia distinta, que modificaba la hoja de ruta. Frente a los dos días anteriores, que se centraron en el bloqueo de los concesionarios de automóviles en la ciudad de Vigo, varios miles de trabajadores de los astilleros de la zona de Beiramar salieron a protestar por las calles del centro de Vigo, pasadas las 11, en dirección a la plaza do Rei, donde tenían previsto reunirse en asamblea. Pero, a mitad de camino, decidieron cambiar de rumbo y dirigirse al astillero Factorías Vulcano, para mostrar de este modo su apoyo a los compañeros que no pudieron trabajar como consecuencia de que la empresa decidió retirar de madrugada las pasarelas de acceso a un buque situado en la grada, y porque se adelantaron, asimismo, las pruebas de mar de una nave del tipo sísmico, previstas, eso sí, efectivamente para ayer. Hoy, normalidad Una vez en el astillero, los líderes sindicales improvisaron una asamblea en la que condenaron la actuación de la dirección de Factorías Vulcano. «Preocúpanos a situación dos estaleiros porque son os nosos postos de traballo; sempre fomos respectuosos con Vulcano e non queremos máis problemas dos que xa ten, forma parte desta cidade e están en xogo miles de postos de traballo», afirmó Antolín Alcántara, de la CIG. A renglón seguido, entre gritos y apelativos poco afectuosos, los huelguistas pidieron la comparecencia del presidente del comité de empresa de Vulcano, Antonio Fernández, quien explicó que la dirección del astillero decidió cerrar el barco, por seguridad, «onte [por el miércoles] ás once da noite avisámoslles de que se estaban equivocando, que tiñan que abrir o barco. Hoxe [por ayer] estivemos falando con eles e decidiron que mañá abrirán o barco», aseguró el representante de los trabajadores de Vulcano. La tensión parece haberse apoderado de todos los actores del conflicto en las últimas horas, puesto que los huelguistas habían reiterado que la delicada situación de Vulcano, causada por la fuerte crisis financiera de su filial gijonesa Factorías Juliana, lo convertía en un blanco protegido, comprometiéndose a no efectuar medidas de presión ante la necesidad de la compañía de sacar sus pedidos adelante para poder cobrar los plazos de entrega de las naves contratadas. La filial asturiana del astillero pasa en este momento un período muy delicado, tras solicitar ante un juzgado de Oviedo el concurso de acreedores. La empresa se vio obligada a reconocer su insolvencia al no poder hacer frente a la deuda generada por los retrasos en la entrega de los buques contratados.