Los trabajadores españoles no solo deberán apretarse el cinturón -al menos, en el sector del automóvil-, sino que tendrán que hacer más horas si quieren competir con sus colegas de los países del Este y evitar la deslocalización de empresas. Ese fue el mensaje que lanzó en Valladolid el presidente de Renault España, Jean Pierre Laurent, tras la junta general de accionistas.
El máximo responsable de la multinacional en España abogó por una mayor flexibilidad laboral. «Hay que ser mucho más flexible. Trabajar más, mucho más, y quizás, con el mismo salario cuando hay demanda. Y rebajarlo cuando no la hay. Es necesario aceptar expedientes de regulación de empleo y trabajar, por ejemplo, los sábados», declaró Laurent, que a continuación añadió que «estas medidas son algo normal en países como Eslovenia o Rumanía. Este es el chip que hay que cambiar».
El presidente de Renault consideró clave ese cambio de mentalidad para ganar competitividad, condición clave para asegurar la viabilidad de las fábricas de Valladolid, Palencia y Sevilla.
Laurent confirmó que «a pesar de todas las dificultades, el entramado industrial de Renault en Castilla y León es firme candidato para un plan industrial que comprende un vehículo nuevo, eléctrico y con nuevo motor», pero advirtió que la planta debe mejorar su competitividad.