Los carburantes?se encarecerán 2,9 céntimos por litro y la cajetilla de tabaco, unos 20
13 jun 2009 . Actualizado a las 12:24 h.«Conviene empezar a aportar recursos nuevos a las Administraciones públicas». La vicepresidenta económica, Elena Salgado, justificó ayer así la nueva subida de impuestos sobre el tabaco y los carburantes aprobada ayer por el Consejo de Ministros. Un incremento que enmarcó dentro de las medidas adoptadas para aumentar la recaudación del Estado, que entró en caída libre al estallar la crisis, y paliar el déficit. El incremento de precios será publicado este sábado en el Boletín Oficial del Estado y entrará en vigor de forma inmediata. Se traducirá en un aumento de 2,9 céntimos por litro de gasolina o gasoil. Los fumadores, además, verán que el precio de la cajetilla de cigarrillos se encarece unos 20 céntimos.
La vicepresidenta económica resaltó que la subida -aprobada a pocas semanas de que millones de españoles comiencen sus vacaciones y con ello se multipliquen los desplazamientos- no afectará al diésel de uso profesional y agrario; tampoco se encarecerán el gasoil para calefacción ni otros combustibles como el gas natural, el queroseno o el fuel. Aún así, Salgado tuvo que dar explicaciones para tranquilizar en lo posible a quienes puedan sentirse molestos por este incremento, y facilitó una serie de datos que evidencian que en España los carburantes son baratos comparado con los países vecinos.
En el caso del tabaco, el Gobierno acordó elevar los impuestos especiales con el doble objetivo de incrementar los ingresos y desincentivar el consumo. Si los fabricantes deciden incorporar ese incremento al precio de la cajetilla, el paquete de Marlboro, la marca más vendida en España, pasará de costar 3,10 euros a 3,29 euros. Las cajetillas de precio más habitual, 2,65 euros, subirán hasta 2,84 euros. También en este caso la ministra comparó el resultado final con los precios de los países más próximos.
El Gobierno espera recaudar 2.317 millones (1.097 con las gasolinas y 1.220 con el tabaco).
Mientras tanto, el Ejecutivo ha modificado nuevamente sus previsiones económicas y ahora asegura que España sufrirá un duro ajuste este año y el que viene, con caídas importantes del PIB y tasas astronómicas de paro y de déficit. Salgado dibujó ante el Consejo de Ministros un panorama macroeconómico difícil, que aleja cualquier atisbo de recuperación a corto plazo. Según las cifras que maneja el Ejecutivo, la contracción será este año del 3,6% del PIB ?-más del doble del 1,6% pronosticado por Pedro Solbes hace solo cinco meses-, el paro afectará al 17,9% de la población activa y los números rojos del conjunto de las Administraciones públicas se dispararán al 9,5%.
La gran novedad respecto de anteriores revisiones es que por primera vez el Gobierno reconoce que el 2010 tampoco será el año de la recuperación. Lejos de retornar a tasas de crecimiento positivas, como aseguró Solbes en enero, el PIB volverá a registrar una contracción del 0,3%. El Gobierno deposita ahora todas sus expectativas de mejora en el 2011, año en el que, según Salgado, la economía entrará en una «senda positiva», con un crecimiento del PIB del 1,8% que se ampliará al 2,7% en el 2012.