Las fábricas pagan hasta 7 céntimos más el litro de leche en el Cantábrico

LUGO CIUDAD

Los ganaderos vascos, cántabros y asturianos empiezan a notar los recortes de la industria iniciados en Galicia

17 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

De locura y desconcierto, por sus pronunciadas diferencias por litro -hasta 0,07 euros más, en el caso la mayoría de los socios de la cooperativa Central Lechera Asturiana- podrían calificarse los precios que pagan las industrias a los 5.452 productores de leche de la cornisa cantábrica, con relación a lo que reciben sus 13.361 colegas gallegos. En un recorrido por granjas de comarcas de elevada producción -como las de Valdés y Gozón, en Asturias; Ribamontán al Mar, en Cantabria o el valle de Carranza, en el País Vasco- La Voz ha constatado que, en Galicia, los efectos de la bajada de los precios en origen y los problemas con la recogida empezaron a notarse mucho antes que en las otras tres comunidades, donde empiezan a dejarse sentir.

En buena parte de las liquidaciones de los ganaderos gallegos hace tiempo que el litro se paga a menos de los 0,30 euros de media que rige en estas cooperativas. Galicia también fue la primera comunidad en la que empezaron los problemas con la recogida a las cooperativas -que antes de la crisis del campo actuaban como grupos de presión a la hora de negociar los precios-, que luego se extendieron a los ganaderos. Tanto llegó a caer la cotización que algunas organizaciones tuvieron que vender su leche a 0,16 euros para darle salida. ¿El destino? Las torres de polvo de las industrias lácteas. Asturias cuenta con una, la de Reny Picot, que según aseguran en la zona de Valdés, es la única que trabaja todo el año y que ahora está en uno de los picos de mayor producción.

Muestreo aleatorio

En la cornisa, sin embargo, la mayoría de productores consultados por este periódico asegura que todavía se mantienen en el límite de la rentabilidad, establecido en los 0,30 euros, con algunas oscilaciones al alza o a la baja. Alguna industria asturiana, que se apresuró a captar ganaderos en Galicia en los meses en los que la materia prima se pagaba a más de 0,42 euros, liquidaba en marzo a los productores de la montaña de Lugo a 0,27 euros por litro. La tendencia apunta a que las diferencias se mantendrán, con nuevas reducciones previstas hasta julio. La previsión es que la leche empiece a subir a partir de agosto.

En este caótico mundo de la leche cuyos precios los marcan las industrias, y no solo en función de parámetros objetivables como la calidad, quedan algunos privilegiados. El ejemplo más claro es el de Central Lechera, que recoge el 70% de la leche en su comunidad de origen y cuyos productores asturiano que ingresan entre 0,06 y 0,07 euros más por litro que el resto. En una facturación mensual de 15.000 litros supondría 1.081 euros de diferencia, el equivalente a dos salarios mínimos.

Esta industria no otorga el mismo trato a los ganaderos no socios del resto de las comunidades. A los productores lucenses que envían su leche a la planta de Larsa, en Outeiro de Rei, perteneciente al grupo, les pagaron en marzo 0,28 euros el litro.

También son privilegiados los socios de la vasca Kaiku, cooperativa, que está abonando 0,04 más a sus miembros que el resto de las industrias en Euskadi. En la práctica son 0,03, porque destina cerca de un céntimo por litro a ampliar capital para poder saldar cuentas con los socios pasivos.