La alemana E.On, la lusa EDP y el grupo Villar Mir estudian sus ofertas por la central de Sabón
ECONOMÍA
El sector eléctrico da por hecho que la central gallega de Sabón tendrá más de una novia. Fuentes próximas a la germana E.On, que en Galicia trabaja con Begasa en la provincia de Lugo, daban por hecho ayer que la firma estará presente en una hipotética puja por el ciclo combinado de Sabón (que genera 382 megavatios anuales) y por la térmica del mismo complejo (otros 445 megavatios).
Aunque oficialmente Gas Natural no ha desvelado la lista de activos de Unión Fenosa de los que se desprenderá tras la absorción de la eléctrica de origen gallego, sí ha informado a los trabajadores de que la planta gallega estará incluida en los 2.000 megavatios de ciclos combinados que la Comisión Nacional de la Competencia le ha obligado a vender a la gasera catalana.
E.On no estará solo en la subasta. La lusa EDP (Energías de Portugal) también confirmó ayer el interés mostrado por el presidente de la compañía, Antonio Mexía, por «cualquier activo disponible en España». La firma del país vecino (accionista de referencia en Hidrocantábrico) tiene entre sus objetivos estratégicos crecer en España. Y el ciclo combinado de Sabón encaja en sus planes de futuro. El grupo Villar Mir, que recientemente ha creado una división energética, es otro de los que admiten su interés por una posible compra, a la que podría sumarse también la rusa Gazprom.
Fuentes próximas a Gas Natural confirmaron que la compañía que preside Salvador Gabarró tiene ya decidida la venta de Sabón. La operación incluirá para el comprador la obligatoriedad de mantener a la plantilla de todo el complejo (87 personas), tanto los que trabajan en el ciclo combinado como los que operan en la térmica. A esta última le quedan 1.500 horas de explotación con fuel, que le permitirían trabajar al ritmo actual hasta el año 2015. Más allá de esa fecha no podrá seguir en activo. Fenosa tramitó ya ante el Gobierno central los permisos para la instalación de un segundo ciclo combinado, que permitiría duplicar la producción eléctrica en Sabón.
El comité de empresa de la plantilla teme que el acuerdo de venta implique una destrucción de 1.300 empleos y aguardan una entrevista con Gas Natural para aclarar el futuro de los trabajadores. Quieren que la carta de compromiso que formalice Gas Natural con el futuro comprador asegure no solo a los operarios del complejo. También piden garantías de continuidad para cinco filiales de Unión Fenosa que prestan servicios en el complejo de Sabón, como son la firma de telecomunicaciones Ofinet (300 trabajadores), la empresa de mantenimiento OIM (400), la sociedad medioambiental Socoin (400) o filiales como GES o la atención del teléfono electrónico de averías, que juntas aportan otros 200 operarios.