La banca ha reducido en un año a la mitad su fondo para cubrir morosos

ECONOMÍA

La obligación de aumentar provisiones impuesta por el supervisor ha dado?un margen al sector

19 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Pese a lo sofisticada que se ha vuelto la economía del siglo XXI, hay determinados estándares para la banca comercial española que siguen marcando la pauta de actuación de cajas y bancos: solvencia, morosidad, cobertura... Todas interrelacionadas y todas tocadas por una crisis económica a la que aún le queda recorrido. La morosidad se ha revelado ya como el problema más apremiante para las entidades, que han visto cómo en el mes de febrero la tasa de créditos de dudoso cobro se ha elevado al 4,13%. Quiere eso decir que para el conjunto del sistema financiero hay 77.653 millones de euros que es posible que no se cobren; tanto como seis veces el presupuesto de la Xunta. De seguir así, llegará a 100.000 millones tras el verano. El porcentaje es algo mayor para las cajas de ahorros: un 4,8%.

Paralelamente, la banca ha agotado en apenas un año la mitad de su colchón para cubrir esa insolvencia. A inicios del 2008, la media del sistema estaba por encima del 190%; quiere decir ello que había colchón de sobra, tanto como para cubrir casi el doble de la morosidad declarada. A finales de ese mismo año, no llegaba al 95%. ¿Preocupante? Para algunos bancos y cajas sí, porque su morosidad es alta, su cobertura no llega ahora al 60% y sus beneficios -de donde podrían tirar para recortar esa situación- son bajos. El Banco de España no obliga a tener unos números mínimos, ni tan siquiera del 100%. Porque hay otras medidas para cubrir insolvencias, como tirar de dotaciones, de plusvalías, acudir a una venta de inmuebles...

Hasta un 4%

Algunos expertos advertían en noviembre de que la cobertura que tenía la banca en ese momento permitía llegar a una morosidad del 4%. Esa cifra ya se ha superado y la hucha se ha desinflado.

La banca, admiten fuentes del sector, exprime ahora cuanto puede las soluciones que le permiten mejorar sus niveles de solvencia porque el Banco de España sí obliga a contar con unos números mínimos de recursos propios suficientes para garantizar la continuidad sin problemas de la entidad. Técnicamente, se atiende a parámetros como el Tier 1, Tier 2 o BIS.

En ese contexto se interpretan algunas de las propuestas que las entidades han lanzado en las última semanas, como las emisiones de preferentes, una suerte de acciones sin derechos políticos, con una alta rentabilidad -también un cierto riesgo- supeditada a la obtención de beneficios de la caja o banco. «No es algo ilimitado, porque la firma tiene que tener en cuenta cuánta ganancia puede repartir», explica una fuente bancaria. A esa salida han recurrido en las últimas semanas entidades gallegas como el Pastor (ha emitido 250 millones de euros) o Caixa Galicia (300), pero también BBVA, Sabadell o Popular, y otras cajas de ahorros.

«Pero las soluciones se van agotando», agrega un experto en mercados financieros. Para mejorar su solvencia, los bancos pueden recurrir a una ampliación de capital, operación que varios llevaron a cabo en el 2008, comenzando por los gigantes Santander y BBVA, cuyos beneficios (13.000 millones entre ambos) y activos los mantienen en otra división.

Ventajas

Las provisiones a las que durante los años de bonanza obligó el Banco de España han permitido, como apuntan algunos analistas de los propios bancos, tener 18 meses de ventaja sobre sus competidores europeos. Por cada préstamo dado hay que mandar una parte (un 5% más o menos) a ese colchón por orden del supervisor, repartidas entre provisiones genéricas, específicas (en función de cada agente prestado) y subestándar (cuando se advierte cierto riesgo). Se vieron con recelo cuando se implantaron, pero hoy son incuestionables.