La llegada a Citroën de una carga de trabajo extra de 25.000 coches no solo ha salvado 900 empleos de la factoría viguesa que estaban a punto de desaparecer. El repunte de la producción, a instancias de los mercados europeos que incentivan la compra de coches con ayudas directas (Alemania, Francia e Italia, principalmente) ya ha comenzado a paralizar la aplicación de al menos 38 de los 45 expedientes de regulación de empleo (ERE) a los que ha tenido que recurrir la red de proveedores gallegos para afrontar los bajos niveles de actividad con los que arrancó el año su principal cliente. Estos planes afectan a 2.500 trabajadores
Fuentes sindicales del sector del automóvil explican que las empresas más directamente beneficiadas son las que trabajan en síncrono con la factoría viguesa y destinan la totalidad de la producción para Citroën, como es el caso de Antolín, Faurecia o TI Automotive. Los tres proveedores, situados en el área de Vigo, tienen aprobados ERE hasta el verano, sin embargo, y según han confirmado las mismas fuentes, los ajustes que han aplicado en los últimos meses, reduciendo los stocks y la eventualidad a cero, les está obligando a abrir de nuevo la contratación de trabajadores temporales para cubrir este pico de demanda. «Los fabricantes han ajustado al máximo su capacidad de producción y sus plantillas para fabricar estrictamente sobre pedido, y eso hace que cualquier variación los obligue no solo a reforzar personal, sino también a que incluso pueda hacer falta trabajar jornadas extras», explica Celso Carnero, responsable de automoción de CC.?OO.
Balón de oxígeno
Rubén Pérez, portavoz de automoción de UGT considera que el repunte de la actividad de Citroën es «un balón de oxígeno para todo el sector de componentes, ya que buena parte de los expedientes de regulación de empleo aprobados no se utilizarán». Confirma que, de momento, lo que se da por seguro es que Faurecia Asientos, que ya había anunciado la suspensión del turno de noche, arrastrada por Citroën, mantendrá esta actividad, en la que trabajan cien empleados.? El incremento de la demanda de los coches fabricados en Vigo no favorecerá, sin embargo a los proveedores gallegos que trabajan para otros fabricantes. Es el caso de GKN Driveline, que ha presentado el mayor ERE del sector. Afecta a toda su plantilla, integrada por 800 empleados, y depende en gran medida de la evolución de la actividad de la fábrica de Opel en Zaragoza, a la que dedica buena parte de la producción. En caso similar se encuentran otros grandes proveedores gallegos que han diversificado su actividad para otros constructores, como es el caso de Benteler Ibérica (sin ERE en vigor) o Denso (con un expediente para 262 trabajadores).