La multinacional despedirá a 46 personas
01 abr 2009 . Actualizado a las 13:02 h.Los directivos de la aceitera Bunge anunciaron ayer el cierre de la planta de A Coruña, una de las más contaminantes de la ría de O Burgo, pero también de las más antiguas. Las actuales instalaciones de Bunge comenzaron a operar en la ciudad herculina en 1964 y, en 1996 contaba con 120 empleados.
No obstante, desde hace un par de años las prejubilaciones, los despidos y la externalización de servicios hicieron menguar el personal hasta los 46 trabajadores actuales. Algunos, presa de los nervios, trataron de retener a los directivos en las oficinas de la factoría poco después de las diez de la mañana, cuando conocieron el cierre.
Portavoces de Bunge justificaron la medida en la «falta de competitividad» y aseguraron que la planta registraba pérdidas desde hace tres años, al tiempo que recuerdan que las circunstancias financieras actuales les obligan a renunciar a sus pretensiones de asentarse en el puerto exterior. También anuncian que ofrecerán puestos de trabajo a buena parte de la plantilla en otros centros la Península.
No obstante, los tres representantes sindicales (la firma carece de comité de empresa desde hace dos años, cuando la plantilla bajó del medio centenar de empleados) dudan de esta promesa y aseguran que, «como mucho», Bunge se ofrecerá a recolocar a menos de la mitad de los afectados. Desde los sindicatos apuntan también que hay otros 35 trabajadores que realizan tareas auxiliares para la firma que se quedarán en la calle tras el cierre.
La media de edad de los trabajadores ronda los 50 años y casi todos llevan más de 20 en la firma. El próximo martes comenzarán a negociar las condiciones de su despido y, por ahora, descartan las protestas.