Admitió ahora proyectos que denegó hace un año porque no garantizaban la evacuación energética
01 feb 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Las dos varas de medir que el BNG ha demostrado durante esta legislatura en el negocio eólico pueden terminar pasándole factura a la Xunta en los juzgados. Los servicios jurídicos de algunas de las empresas que preparan sus recursos contra la última admisión a trámite de 2.290,7 megavatios -el mayor paquete adjudicado hasta ahora en Europa-, aprecian serias contradicciones entre los criterios seguidos hace un año por la Consellería de Industria y los aplicados ahora. Algunos de ellos podrían servir de argumento para solicitar la anulación del concurso fallado en diciembre.? En opinión de algunos juristas, las incoherencias son «difíciles de justificar». El conselleiro de Industria, el nacionalista Fernando Blanco, mantuvo paralizado el desarrollo del sector del viento hasta el 2007, cuando se repartieron 563,5 megavatios entre once empresas. Al concurso se habían presentado 20 grupos, que solicitaban en total 2.000,35 megavatios.
Entonces, el BNG rechazó todos los parques que afectaban a futuras ampliaciones de los denominados LIC (Lugares de Importancia Comunitaria), en los que está integrada la Red Natura. Ahora, de los 78 polígonos admitidos a trámite hay 28 emplazados en la Red Natura actual o en su proyecto de ampliación. En febrero del 2007 también se desecharon todos los proyectos en conflicto con las ocho variantes gallegas del Camino de Santiago, mientras que, entre los últimos adjudicatarios, 13 parques se ubican en la franja de protección delimitada por la Consellería de Cultura, también del BNG.? No son las únicas contradicciones. Varios asentamientos de aerogeneradores no entraron en la puja final durante el 2007 por no tener garantizados sus puntos de evacuación. Entre ellos, los de Meda y Monciro, propiedad de Total Eólica. Estos dos parques, que suman 41,5 megavatios, acaban de ser admitidos a trámite sin que desde entonces se hayan realizado obras de mejora en las redes eléctricas.
El resultado y los criterios fueron bien diferentes en el 2007 y en el 2008. En gran medida porque las reglas de ambos concursos difieren de manera sustancial, algo que los abogados de las empresas quieren someter ahora al criterio de los jueces. En mayo del 2006, Industria publicó la orden que reguló el primer concurso, convocado para «posibilitar el remate de la ejecución de los planes eólicos empresariales», que habían sido la base del desarrollo del plan eólico gallego. Como ahora, se creó una comisión de valoración, pero su funcionamiento fue radicalmente distinto.
A Industria le interesaba dejar la máxima potencia sin adjudicar, pensando en el posterior concurso, que finalmente se dirimió en diciembre del 2008. Por este motivo, organizó la selección justo al contrario de lo establecido para el segundo concurso. La mesa de valoración solo puntuó y seleccionó las ofertas ganadoras cuando las consellerías implicadas emitieron sus informes previos, después de tener a su disposición toda la documentación del concurso. Ahora, en cambio, las consellerías no pudieron emitir valoraciones.?
Queja de las consellerías
Los distintos departamentos autonómicos fueron invitados a la mesa de valoración, pero dos de ellos, Medio Ambiente y Política Territorial, la abandonaron quejándose de falta de transparencia en la documentación y falta de tiempo para valorar cada plica. En el momento en el que se levantaron de este órgano, ambos representantes aludieron a la «inseguridad jurídica» que, a su juicio, envolvía el proceso.
En el 2007, tras los informes de Medio Ambiente, se cayeron del concurso por entrar en conflicto con Red Natura tres parques de Eurovento que afectaban a la sierra de O Suído; uno de Gamesa Energía en la Costa Ártabra, y otro de Eufer (Enel-Unión Fenosa) en la sierra de O Carreón. Y fueron apartados también dos polígonos de Eufer en colisión con el Camino Francés (Ligonde y San Cristobo).