Los trabajadores de Citroën querían pruebas palpables de que el grupo PSA mantendrá su apuesta por la fábrica de Vigo, pese a las dificultades, y ayer Pierre Ianni se las entregó. El director de la planta, que compareció a petición del comité de empresa, garantizó el cumplimiento del plan industrial aprobado este año para la fábrica, que prevé una inversión de 200 millones de euros, y confirmó la asignación a la factoría viguesa del programa de lanzamiento de un nuevo vehículo en el año 2011.
El anuncio confirma la estrategia competitiva diseñada por el presidente de PSA, Christian Streiff, de acortar los tiempos de salida al mercado de nuevos productos. La fábrica gallega lanzó el C4 Picasso en el 2007 y las nuevas Berlingo y Partner en el 2008, después de aguantar un largo período de siete años con la producción de las antiguas furgonetas y el Xsara Picasso. Hasta el lanzamiento del 2011, probablemente un monovolumen, Citroën todavía sacará una nueva versión furgón de la Berlingo, en la primavera del 2009.
La confirmación de nuevos proyectos para Vigo no evita, sin embargo, que la fábrica gallega se tenga que preparar para afrontar unos meses de baja demanda. Según fuentes del comité de empresa presentes en la reunión de ayer, Pierre Ianni advirtió de que por delante queda todavía un primer trimestre del 2009 muy difícil, aunque con un volumen de stock más aligerado gracias a las medidas de ajuste de producción adoptadas por el grupo hasta finales de año.
Ianni, que hoy se reunirá con el ministro de Industria, Miguel Sebastián, para conocer el proyecto de construcción de un coche eléctrico, manifestó ante los trabajadores su confianza en las medidas de apoyo al sector que se están arbitrando en el ámbito comunitario, y desde el Gobierno de la Xunta.
La dirección de Citroën acude hoy a la reunión con Sebastián «dispuestos a escuchar», aunque insiste en considerar la propuesta de fabricar coches eléctricos como una medida a largo plazo y, en ningún caso, una solución para los problemas presentes. «La necesidad ahora es que se active el consumo, y lo que se tienen que vender son coches convencionales», dicen los responsables de PSA.