La Caixa controlará la futura Unión Fenosa-Gas si Lukoil compra Repsol

Miguel Á. Rodríguez

ECONOMÍA

25 nov 2008 . Actualizado a las 13:52 h.

Galicia se verá afectada sí o sí por la entrada de la rusa Lukoil en Repsol. Los tres supuestos que manejan los analistas del mercado convierten a la futura Unión Fenosa-Gas Natural y a la concesionaria de las autopistas gallegas, Audasa (integrada en Itínere), en posibles monedas de cambio dentro de la operación tejida entre Lukoil, Sacyr y La Caixa.

El supuesto con más opciones es que la caja catalana tome el control absoluto de la compañía resultante de la fusión de Unión Fenosa con Gas Natural, como pago a su ayuda a Lukoil. Así lo confirmaron ayer fuentes próximas a la negociación, que barajan la posibilidad de que La Caixa controle hasta el 49,9% de la futura Unión Fenosa-Gas.

A través de Criteria, la sociedad de inversión que gestiona sus participaciones industriales, la entidad catalana maneja ya el 37,46% de Gas Natural. Pero la entrada de Lukoil en Repsol podría implicar una retirada parcial o total de la petrolera española en la gasista, antes de que esta liquide su opa sobre la eléctrica.

Y es que a la rusa no le basta con el 20% que le vendería Sacyr en Repsol para controlar la compañía y aquí es donde La Caixa, además de facilitar la compra de estas acciones mediante su reconocida negociación con el sindicato de bancos que firmó el crédito de 5.200 millones en el año 2006 con Sacyr para su entrada en Repsol, jugaría un papel determinante al facilitarle directa o indirectamente a Lukoil el otro 9,9% que persigue de la petrolera española. La catalana vendería directamente a los rusos una parte de este paquete e indirectamente el resto, a través de su participada Repinves. Accionistas intermedios, como Mutua Madrileña, que ya ha anunciado su disposición a vender su 2% en Repsol, allanarían aún más la operación.

A cambio, Lukoil adelgazaría la participación de Repsol en Gas Natural (donde ahora controla un 30,85%) y permitiría a La Caixa hacerse hasta con un 49,9% de la gasista, el tope máximo para no tener que lanzar una opa. Analistas de Fortis manejaban ayer este escenario como el más real en estos momentos. Criteria y Repsol mantienen un pacto en Gas Natural por el que se reparten el control y gobierno de la firma. Pero la llegada de los rusos podría provocar interferencias en la gestión de la futura Unión Fenosa-Gas Natural, además de nuevas implicaciones geoestratégicas.

El Gobierno español, que no encuentra la manera de frenar la entrada de Lukoil en Repsol, vería con buenos ojos que la futura Unión Fenosa-Gas Natural (tercer grupo energético nacional por detrás de Endesa e Iberdrola) se mantuviese de esta forma en manos españolas.

Opciones alternativas

En esta compleja partida de ajedrez, La Caixa también podría intentar recoger alguno de los activos de Itínere en la venta que Sacyr negocia con el grupo neoyorquino Citi, y donde participan también la italiana Atlantia y la española Abertis (controlada por La Caixa y ACS y que pretende hacerse con la concesión de la autopista vasco-aragonesa). La caja catalana podría pedir ahora alguna concesionaria más, entre ellas Audasa, el activo más rentable de Itínere.

El tercer supuesto, el que más recelos levanta en el mercado, es que sea Lukoil quien persiga el control de la futura Unión Fenosa-Gas, sumando al 30,85% de Repsol en la gasera catalana el 5,54% de Suez, el otro accionista extranjero de la compañía. De esta forma se aproximaría peligrosamente al 40% de la empresa y amenazaría el gobierno del grupo energético, que quedaría condicionado al interés ruso en los mercados internacionales de gas, petróleo y electricidad. Esa tesitura haría a la sociedad más «vulnerable» en el mercado, según los analistas.