Bush acepta que Sarkozy se lleve a Zapatero a la cumbre de Washington

Juan Oliver

ECONOMÍA

08 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

España podrá estar el próximo 15 de noviembre en la cumbre de Washington en la que los líderes de las principales potencias mundiales planean refundar el sistema financiero capitalista. Un portavoz de la Casa Blanca confirmó ayer por la tarde que el presidente George W. Bush aceptará la decisión de Francia de ceder a España una de las dos plazas que le corresponden en la reunión, una como miembro individual del ?G-20 y otra como presidenta de turno de la UE. Estados Unidos ya ha enviado a Europa cinco invitaciones: para el Reino Unido, Francia (la silla que ocupará Zapatero) , Alemania e Italia, y una para la Presidencia.

La decisión cierra varias semanas de frenéticas gestiones de la diplomacia española, pero si a alguien hay que atribuirle el mérito de que Zapatero pueda finalmente acudir a Washington es al presidente francés, Nicolás Sarkozy. Y no solo por hacerle un sitio en la mesa, sino también por las presiones que ha ejercido sobre Bush para que Estados Unidos aceptara ese canje.

«Me parece difícil de justificar que la octava economía del mundo no esté en la reunión de las veinte grandes economías del mundo», dijo ayer Sarkozy ,tras presidir en Bruselas una reunión extraordinaria en la que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE pactaron un paquete de propuestas para llevar a la cumbre del G-20.

De ese grupo forman parte las 19 economías más desarrolladas de los cinco continentes, además de la Unión Europea, y es en ese foro donde se pretende emprender la reforma de instituciones como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, mejorar los mecanismos de supervisión sobre la economía global y evitar crisis como la que padecen hoy casi todos los países del mundo.

«Sentido común»

Tras el encuentro de Bruselas, el presidente galo explicó que aunque España no forma parte del G-20, su presencia en Washington se justifica por su peso económico y político, y porque, además, su asistencia no engordará la lista de veinte invitados y tampoco causará problemas protocolarios. «Ha sido fácil defender esos argumentos ante Bush», señaló Sarkozy, quien el jueves por la noche mantuvo una larga conversación telefónica con el presidente norteamericano. Poco después, fuentes del Elíseo aseguraron que Bush había transmitido la idea de que «no hay problema» para que Zapatero asista a la cumbre, y el propio presidente francés subrayó que su asistencia «no es un problema ideológico, sino de sentido común».

«Calma y paciencia»

Antes de conocer la postura de la Casa Blanca, el presidente español se mostró muy prudente, y en una rueda de prensa casi monográfica sobre ese tema, pidió «calma y paciencia». «Que es Bush quien convoca [la cumbre] es un hecho. La opinión de la Administración estadounidense es muy importante, pero también lo es la de la UE y la de los otros países», aseguró Zapatero, en referencia a los apoyos que el Ejecutivo español ha recabado entre sus socios comunitarios, como el Reino Unido y Francia, y entre otros miembros del G-20, como China, Brasil, México y Argentina.

Más peticiones

España no ha sido el único país ajeno al grupo que ha pedido estar en la reunión. También han planteado esa posibilidad los Países Bajos, que son la sexta economía europea y la vigesimosexta del mundo. Sarkozy abogó por que los holandeses también acudan a Washington, pero reconoció que se trata de «un problema por resolver».

El presidente francés no citó a Polonia, que también hizo una petición oficial en ese sentido. Pero sí al Eurogrupo, formado por los responsables económicos de los países que han adoptado el euro, y cuyo presidente, el primer ministro luxemburgués Jean Claude Juncker, también reclamó una invitación. Sarkozy dio a entender que no sería fácil obtenerla.