Las alternativas para tratar de reducir el gasto en alimentación y productos para el hogar no se limitan a las que ofrecen los supermercados habituales. Los canales alternativos de distribución, las entidades que trabajan directamente con los productores, permiten conseguir productos de alta calidad que cumplen estos requisitos y que, además, en muchos casos suponen un ahorro a tener en cuenta: un socio de una entidad de consumo responsable puede ahorrar hasta un 15% en llenar la cesta de la compra.
Las grandes ciudades gallegas cuentan con cooperativas o asociaciones que ofrecen este tipo de productos a aquellos consumidores que buscan una alimentación más limpia. ¿Pero, qué es lo que ofrecen exactamente? Alimentos frescos, adquiridos a agricultores de la zona, y que garantizan unas relaciones justas entre productor y cliente. Esa relación, que en la mayor parte de los casos prescinde totalmente de intermediarios, permite reducir también los costes finales del producto. Muchas entidades, además, ofrecen mercancías de comercio justo procedentes de países del Tercer Mundo, así como artículos de limpieza e higiene.
Cada socio debe aportar un capital inicial de 100 euros, y paga una cuota semestral de 18 euros. Según explica Gonzalo Gesto, uno de los integrantes de la entidad, «os pedidos sempre inclúen produtos frescos, verduras e froitas de tempada, e tamén lácteos e outros, como o aceite». Uno de los artículos destacados es, precisamente, el aceite de oliva virgen extra de producción ecológica: un envase de 5 litros cuesta 24 euros. Aunque Gesto reconoce que «resulta moi complicado establecer unha comparación cos produtos que se atopan nos supermercados, porque a calidade é completamente diferente».
La cooperativa Árbore, en Vigo, es otra de las pioneras. Cerca de 300 socios pertenecen a esta entidad, en la que hay que aportar 66 euros de capital inicial y abonar una cuota anual de 60 euros. En la tienda de Árbore, los cooperativistas ahorran un 9% de media con respecto a los clientes no asociados. Son alimentos frescos, de productores de la zona, con los que se pretende primar el sistema local de cultivo.
Siguiendo el modelo de Árbore, hace tres años que funciona en Ferrol la cooperativa A Xoaniña. Cuenta con 150 socios que aportan 100 euros de capital social y que abonan, cada año, una cuota de 60 euros. Al margen de las cooperativas, una de las entidades veteranas es la asociación lucense A Cova da Terra. Cuentan con 85 familias que no pagan cuota inicial ni periódica, sino que adquieren un compromiso de realizar «unha compra mensual por valor de 30 euros». En Ourense, la asociación Semente ha optado por un sistema diferente. No existe ningún tipo de cuota, sino que los consumidores realizan un pedido semanal fijo de 11 euros.