Zapatero anuncia un fondo de 30.000 millones para inyectar liquidez a la banca

Natalia Bore

ECONOMÍA

El Gobierno también acordó aumentar hasta los 100.000 euros la garantía de los depósitos bancarios

08 oct 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, compareció ayer en la Moncloa para confirmar la noticia que ya había avanzado Pedro Solbes -al término de la reunión de ministros de Economía (Ecofin) en Luxemburgo- sobre la decisión del Ejecutivo de elevar de los 20.000 euros actuales a 100.000 (el doble del nuevo mínimo acordado ayer por la UE) la cuantía que el Estado garantiza a los ciudadanos que tienen depositados sus ahorros en entidades financieras, en caso de estas quiebren.

Zapatero también anunció otra decisión «de gran calado» del Gobierno: la creación de un fondo, con cargo al Tesoro público, de 30.000 millones de euros -ampliables hasta un máximo de 50.000 millones- para garantizar liquidez al sistema financiero. En este sentido, el presidente aseguró que el Tesoro no comprará «activos tóxicos, sino sanos».

Para «prevenir riesgos»

A diferencia de los planes adoptados en otros países, «esta no es una iniciativa ni para rescatar ni sanear nuestro sistema financiero, sino para prevenir riesgos, sostener la actividad productiva y el crédito para que las empresas y los ciudadanos sigan financiándose», apostilló.

Igualmente explicó que a través del fondo se adquirirán a las entidades financieras «activos españoles de máxima calidad», mediante precios «plenamente ajustados al riesgo», con lo que se «minimizará» el coste para las finanzas públicas y se evitará subvencionar a las entidades. «El objetivo es propiciar el buen funcionamiento de los mercados crediticios españoles, evitando los peligros de un racionamiento indebido del crédito -declaró-. Su actuación será temporal, hasta que los mercados hayan recuperado su normal funcionamiento».

Otra de las características del fondo, cuya creación anticipó a Mariano Rajoy antes de su comparecencia, al igual que lo hizo el lunes a los representantes de cajas y bancos, es su compatibilidad con las normas del mercado interior europeo: «Ofrecerá facilidades a todas las entidades residentes en España, en las mismas condiciones y sin más limitación que que los activos que se refinancien sean españoles».

Zapatero hizo referencia a que la adopción de esta nueva medida era posible por el «nivel comparativamente bajo de la deuda española». Tras subrayar que la iniciativa era una «apuesta decidida» por el mantenimiento de la actividad económica, por «incrementar la confianza de los ciudadanos» y «reafirmar la estabilidad del sistema financiero», añadió que será «una medida complementaria al aporte de liquidez del Banco Central Europeo» a las entidades, con cuya colaboración -como la del resto de fuerzas políticas y organizaciones empresariales y sindicales- esperaba contar.

Ahorros a salvo

Con respecto a la decisión de duplicar el nuevo mínimo acordado por la UE para garantizar los ahorros de sus ciudadanos en caso de insolvencia del banco, Zapatero aprovechó para lanzar un nuevo mensaje de tranquilidad: «Si hay algún sitio en el que los ahorros de los españoles estén a salvo es en las entidades financieras españolas».

Los Veintisiete acordaron subir de 20.000 a 50.000 euros el listón mínimo que fija la normativa comunitaria para las garantías de los depósitos. Esta decisión pretende frenar la carrera incontrolada que iniciaron varios socios -Alemania, Irlanda, Grecia, Suecia y Dinamarca- cuando anunciaron unilateralmente que garantizarían a sus ciudadanos el 100% de sus ahorros. La medida indignó al resto de los países, que temieron que alentara una huida de capitales desde los bancos en sus territorios hacia las entidades de los Estados que ofrecían más garantías.

Las dos medidas anunciadas por Zapatero han sido acogidas con optimismo, tanto por la banca como por las organizaciones políticas y sociales.