El concurso eólico promovido por la Consellería de Innovación, con el que se propone repartir 2.325 megavatios de potencia entre 172 firmas aspirantes, volvió a marcar ayer la sesión plenaria del Parlamento gallego, con las dudas suscitadas por el líder del PPdeG, Alberto Núñez Feijoo, que llegó a plantear un acuerdo al presidente de la Xunta para suspender el proceso con el fin de reiniciarlo con el consenso de todas las fuerzas políticas. «Ofrézolle o apoio para empezar outra vez -planteó Feijoo-, para volver a iniciar a operación con transparencia».
La propuesta del dirigente popular fue inmediatamente enfriada por el jefe del Ejecutivo, quien optó por seguir adelanto con la tramitación, aunque comprometiéndose a actuar «con transparencia e equidade». Emilio Pérez Touriño se esforzó en despejar la desconfianza generada por la oposición al comprometerse a que el reparto se hará con «criterios de responsabilidade social» y teniendo en todo momento en cuenta el «beneficio do país».
El mandatario autonómico abundó en que el proceso está debidamente reglado y que se creará una comisión de valoración en la que están representadas todas las consellerías con competencias en esta materia, órgano que se encargará de velar por el interés general de los gallegos y por evitar que los beneficios del viento se vayan fuera de Galicia.
Pero las explicaciones del presidente no despejaron las dudas sembradas por el PP, que considera que el proceso es arbitrario y está, además, judicializado y confeccionado a la medida de los intereses electorales del BNG. El propio Núñez Feijoo arguyó ayer en la sesión de control parlamentaria que no se han tomado medidas para evitar la especulación, pues existen empresas que «intentan xa vender» la parte que pueden lograr en este reparto, habida cuenta que los nuevos parques eólicos no podrán estar operativos antes del año 2016, según la previsión que maneja el PP.
Por todo ello, el jefe de la oposición brindó su apoyo a la suspensión cautelar del concurso, con el fin de reiniciarlo con el consenso de todas las fuerzas político. Su propuesta, no obstante, fue acogida con recelo por el propio Touriño y con una oleada de jaleo desde los escaños del BNG.
«Pasta para os amigos»
Los nacionalistas escucharon a Feijoo con tono jocoso, hasta el punto de que el viceportavoz, Bieito Lobeira, se aventuró a doblar a viva voz al líder popular aprovechando los silencios de su intervención. De hecho, si Feijoo planteaba el reinicio del concurso como una forma de «inxectar» optimismo a una situación crítica, el doblaje simultáneo de Lobeira aludía a que el propósito del reinicio consistía en «inxectar pasta aos amigos», alusión que suscito las protestas del grupo popular.
Finalmente, la presidenta del Parlamento optó por serenar el debate, si bien no impidió que los portavoces fueran pidiendo sucesivamente turnos de alusiones. El nacionalista Carlos Aymerich protestó de que se insinuara que en el BNG había gente que se estaba beneficiando con el reparto eólico, aduciendo que en sus filas no había encausados por este proceso, a diferencia de los que ocurría con Castro Valdivia, de la etapa del PP. El popular Ruiz Rivas intervino para aludir a los cuatro imputados que hubo en el caso de la autovía del Barbanza, mientras el socialista Ismael Rego tomó también la palabra pero para criticar que la presidenta concediese la palabra a todo el mundo.