La crisis de Fadesa y de otras 277 firmas colapsa la Justicia gallega

Miguel Á. Rodríguez

ECONOMÍA

Un 32,3% de los procedimientos guardan una relación directa con el sector de la construcción

17 ago 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Los cuatro juzgados de lo Mercantil abiertos en Galicia (dos en A Coruña y dos en Pontevedra), y las dos salas de lo Civil que asumieron los procesos concursales de empresas en Ourense y Lugo, están al borde del colapso. La crisis ha multiplicado exponencialmente el número de procedimientos abiertos (antiguas quiebras y suspensiones de pagos) y están comenzando a paralizar los órganos de Justicia encargados de tramitar estas situaciones.

Y la crisis de Martinsa-Fadesa, que ha provocado el mayor procedimiento concursal abierto en la historia de España y uno de los más importantes de Europa, con más de 10.000 acreedores afectados, es la gota que ha colmado el vaso. El juzgado que tramita la quiebra de la promotora coruñesa lleva también el concurso de las seis filiales de la firma presidida por Fernando Martín. En las últimas semanas se ha habilitado un juez de apoyo para que se encargue del resto de los procedimientos concursales abiertos en esta sala (el doble por cierto que hace solo un año). El juez titular se dedicará por completo a Fadesa, con más de 2.065 acreedores gallegos por atender y 8.000 más del resto de España. Y aún así, el colapso amenaza con paralizar el resto de ocupaciones del juzgado.

Lo ocurrido ahora en Galicia no es nuevo. De hecho, parece un calco de lo que hace un año vivió la Administración de Justicia en Madrid y Barcelona. En ambas ciudades se habilitaron nuevas salas de lo Mercantil para resolver la avalancha de procedimientos concursales. En Galicia, los profesionales de la Justicia piden ahora al Ministerio que actúe antes de que la situación se vuelva insostenible.

Las seis salas que se ocupan de los casos de las empresas con dificultades tramitan al mismo tiempo 278 casos. Cada uno de ellos cuenta con una media de diez acreedores. Solo dar audiencia a las cerca de 2.800 partes afectadas provoca que los jueces y funcionarios que atienden estas cuestiones no tengan tiempo material para cumplimentar más trámites. Y los retrasos comienzan a notarse. El tiempo medio de resolución de un proceso concursal supera ya los dos años. Para muchas empresas, el calendario resulta clave para mantenerse a flote.

Pontevedra tiene 138 concursos sin resolver. En A Coruña son 115. Y entre Lugo y Ourense acumulan otros 25 más. Pero fuentes judiciales reconocen que hay al menos otros 20 más pendientes de admisión. El 32,2% de todos estos casos guardan una relación directa con el sector del ladrillo, el más afectado por la crisis económica.

Aumento espectacular

El aumento de procedimientos comienza a ser agobiante para las salas de lo Mercantil. En el 2004, primer año de aplicación de la Ley Concursal, en toda Galicia se abrieron 21 causas de esta índole. En el 2005 había 41; al año siguiente, 61; y 100 en el 2007. El ritmo del 2008 hace pensar que a final de año podrían haberse abierto más de 200 concursos nuevos. Los juzgados han cuadriplicado estos expedientes de antiguas quiebras en dos años.

La idea de la nueva ley era agilizar el funcionamiento de la jurisdicción mercantil, adscrita hasta septiembre del 2004 a los juzgados de primera instancia e instrucción. Para ello se creó una especialización de los órganos judiciales dotados de más personal y con una formación específica que proporcionase mejores resultados.

Casi cuatro años después, el ingente aumento de trabajo afecta ya a la economía gallega. ¿Porqué? Sencillamente, porque los juzgados de lo Mercantil no dan literalmente abasto para resolver el resto de sus tareas. Y estas salas se encargan de dirimir litigios entre empresas (fue sonado el retraso en las decisiones sobre la opa de Endesa en Cataluña), cuestiones relativas al transporte marítimo (de gran relevancia en Galicia) o dudas que atañen, por ejemplo, a la Sociedad General de Autores.