Starbucks anuncia 12.000 despidos y Marks & Spencer se desploma en Bolsa por la crisis

Ó. Santamaría

ECONOMÍA

03 jul 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Víctima de su propio éxito y de la aguda desaceleración económica que vive Estados Unidos, Starbucks, la multinacional del café, anunció ayer que tiene previsto cerrar 600 establecimientos en este país y despedir a unos 12.000 empleados en los próximos nueve meses. Pero Starbucks no es la única compañía minorista golpeada por la crisis económica. Al otro lado del Atlántico, las turbulencias también hacen mella. Así, la cadena británica Marks?&?Spencer vio como sus acciones se desplomaban esta semana, a su mínimo en siete años, tras anunciar que debería reducir sus previsiones de crecimiento como resultado de la caída en el poder adquisitivo de los británicos. La firma, que vende ropa, comida y muebles, ha anunciado que la desaceleración del consumo será más larga y profunda de lo esperado. «No creo que esto sea un problema exclusivo de Marks&Spencer. «Creo que es, definitivamente, una desaceleración de la distribución y no sabemos hasta dónde llegará», afirmó Stuart Rose, consejero delegado.

En los últimos tiempos, Starbucks ha visto como vendía menos frapuccinos (su famoso café con leche frío) debido al impacto que el aumento del precio de la gasolina y la crisis hipotecaria tienen en el bolsillo de los ciudadanos, cuya capacidad de gasto se ha visto seriamente mermada. De ahí que el nuevo plan estratégico tenga por objetivo hacer más eficiente la compañía, abriendo nuevos locales a un ritmo más sosegado -después de una expansión brutal- y cerrando aquellos que no marchan como deberían. Esta decisión forma parte de la estrategia adoptada por Howard Schultz, fundador y presidente de la multinacional, que en enero despidió a su consejero delegado, y asumió él mismo las riendas de la compañía.

La noticia del cierre de los 600 locales fue acogida con satisfacción por el mercado y los inversores. «Starbucks es básicamente víctima de su propio éxito», señaló Matthew DiFrisco, analista de la firma Oppenheimer de Nueva York. Tras hacerse públicos sus planes, el martes por la tarde, sus acciones -que en dos años han caído más del 50%- subían casi un 5% antes de la apertura de los mercados ayer. La decisión es una prueba más de la determinación de Schultz de hacer todo lo necesario para volver a situar a la compañía en el lugar que se merece. Y si bien estos cierres dañarán las proyecciones de ingresos a largo plazo, ayudarán a la empresa con sede en Seattle a alcanzar sus objetivos de beneficios a corto y medio plazo. Durante el segundo trimestre, su beneficio cayó un 28%, hasta los 108 millones de dólares.

La compañía anunció al mismo tiempo planes para abrir 200 locales en EE.?UU. durante el mismo período. Durante años, la cadena fue conocida por su desmedido crecimiento, abriendo tiendas a un ritmo frenético. A fecha del pasado septiembre, la firma tenía 6.793 establecimientos.