Bruselas rectifica y descarta que las compañías puedan cobrar por recibir llamadas en el móvil

Juan Oliver

ECONOMÍA

27 jun 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La Comisión Europea dio ayer marcha atrás y descartó que el paquete de medidas que prepara para reducir el precio de la telefonía móvil pueda alentar a las compañías para que trasladen parte de ese coste a quienes reciban llamadas en sus terminales.

Según fuentes del Ejecutivo comunitario, Bruselas no hará esa propuesta, insinuada el lunes de la semana pasada por la comisaria para la Sociedad de la Información, Viviane Reding. Sin embargo, varias empresas del sector advirtieron de que las nuevas normas podrían obligarlas a cobrar por la recepción de comunicaciones, tal y como se hace en países como Estados Unidos.

Las medidas anunciadas ayer por la Comisión consisten en limitar el precio que una operadora puede cobrar a otra en concepto de uso de la red cuando uno de sus clientes recibe una llamada de un teléfono de esa última compañía. Ese coste lo acaba pagando el usuario que la hace, y en la actualidad presenta grandes diferencias en los Veintisiete, que van desde los dos céntimos de euro en Chipre a los 18 de Bulgaria. La media es nueve veces superior a lo que las telefónicas se cobran entre sí por ese mismo concepto en sus redes de telefonía fija.

Esas tasas tan «dispares», según las calificó ayer la comisaria de Competencia, Neelie Kroes, constituyen un «importante obstáculo a la realización de un mercado único europeo de las telecomunicaciones que favorezca la competencia y a los consumidores». Según sus planes, el coste de las llamadas a móviles deberá bajar en los próximos tres años un 70% con respecto a los niveles actuales.

Esa recorte es demasiado para las compañías, y ayer la Asociación Europea de Operadores de Telecomunicaciones advirtió que tendrán que buscar fórmulas para recuperar ese margen, cobrando por recibir comunicaciones o eliminando algunos planes y ofertas de precios reducidos.