Ence asegura a su plantilla que optar al concurso eólico «no implica el traslado de la planta»

Mercedes Escauriaza

ECONOMÍA

Advierte de que la fábrica opera en Pontevedra «sobre la base de una concesión en vigor hasta el 2018»

20 jun 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La dirección de Ence quiso frenar el miércoles las campanas lanzadas al vuelo por el Ejecutivo gallego y varios sectores políticos y sociales de la capital pontevedresa, -que ya ven fuera de la ría de Pontevedra la pastera de Lourizán a medio plazo-, o bien realizó un claro intento de mitigar la preocupación de sus trabajadores, a raíz de que se hiciera público que la compañía haya optado al concurso eólico en Galicia para financiar el traslado de la celulosa desde Pontevedra y crear una papelera gallega.

Lo cierto es que en un comunicado interno dirigido a la plantilla del centro, la dirección de Ence aseguró que «esta participación [en el concurso eólico] no implica compromiso alguno de cierre o traslado de la planta de Pontevedra, más allá -añade- del análisis de posibles alternativas de ubicación y su viabilidad técnica y económica». Además, justifica su solicitud de cerca de 600 megavatios, a través de la sociedad Inveravan, -en la que la compañía pastera participa en un 35%, mientras que el 65% restante queda en manos de Inversiones Fontenla, repartida, a su vez, entre Manuel Jove (48%), Jacinto Rey (28%) y Epifanio Campos (24%)-, por su marcada vocación energética. «Responde exclusivamente a razones de flexibilidad en la orientación estratégica de la compañía», indica.

También hace hincapié en que «Ence opera con normalidad en las instalaciones de Pontevedra, sobre la base de una concesión administrativa en vigor hasta el 2018». «Con posibilidad de prórroga», apostilla. Tras matizar que dicha concesión «es del Estado, por lo que la Xunta de Galicia no tiene competencia jurídica sobre la misma», insiste que la prioridad es su plan estratégico 2006-2011, que destina inversiones específicas que aumentan su capacidad de producción en 20.000 toneladas. Y agrega que «no existen razones medioambientales que justifiquen un cambio de ubicación».? Entretanto, el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, destacó ayer que «se abre a posibilidade de creación dunha necesaria mesa de traballo entre empresas e Xunta para evaluar, medir e impulsar» la marcha de Ence de la ría de Pontevedra. «Non é mala noticia -dijo Touriño- que haxa un grupo que estableza un compromiso nesa dirección».

Ni un paso más

Apelando a criterios de transparencia, subrayó que tanto el conselleiro de Economía como el de Industria mantuvieron una reunión «que non foi privada» con los empresarios que hicieron la oferta, «na que estiveron evaluando a situación». «Pode haber múltiples solucións», agregó Touriño, quien contestó que no va a dar «un paso máis», cuando se le preguntó si entre esas soluciones se incluía que se quedara en Pontevedra.

CC.?OO. y el PP coincidieron en que Ence debe seguir en algún punto de Pontevedra. El secretario comarcal del sindicato mayoritario en el grupo pastero, José Luis García Pedrosa, insistió en que la Xunta debe sentarse con los trabajadores, porque en caso de dejar el futuro de la planta en manos de los empresarios «ellos se van a preocupar por su beneficio económico y no por el futuro de los empleados». En la misma línea la edila Teresa Pedrosa arremetió contra PSOE y BNG por vanagloriarse por resolver el futuro de Ence, «cuando están demostrando una pasividad absoluta en mantener el empleo».