Hacienda dice que la caída del gasto de los hogares por el avance del crudo también reduce su recaudación
10 may 2008 . Actualizado a las 02:39 h.La preocupante tendencia inflacionista del precio de las gasolinas, que se sitúa ya en máximos históricos, genera problemas económicos para los ciudadanos y las empresas, pero contribuye a engordar de forma considerable las arcas del Estado. Solo durante el último año, el encarecimiento de los carburantes ha generado unos ingresos adicionales para Hacienda en toda España que se sitúan en mil millones de euros (166.000 millones de pesetas), cantidad que equivale casi al 10% del presupuesto que maneja para todo un año una comunidad como Galicia. El fisco grava las gasolinas con un tributo fijo, conocido en la calle como impuesto especial de hidrocarburos y que se aplica por litro con independencia del precio, por lo que la espiral inflacionista no aumenta la recaudación del Estado.
Los ingresos extraordinarios de mil millones provienen de que a la suma del coste del litro más gravámenes se le carga a mayores un 16% del impuesto sobre el valor añadido.
Con la tendencia inflacionista, solo en IVA, Hacienda ha ganado en un año unos tres céntimos por litro de gasoil y casi dos en el carburante de 95 octanos. Si se multiplican esas cantidades por las cifras de consumo total en automoción que se incluyen en el Boletín Nacional de Hidrocarburos del Ministerio de Industria -3.400 millones de litros mensuales- se concluye que, mensualmente, la ganancia adicional del Estado se han situado en el entorno de los 90 millones de euros. Galicia aporta, aproximadamente, el 5% de esa cantidad, 4,5 millones de euros.
Los ingresos conjuntos de Hacienda por la fiscalidad que aplica a las gasolinas a lo largo de un año se elevan a 15.000 millones de euros; es decir, que la espiral inflacionista ha incrementado en un 6,6% la recaudación que el fisco obtendría en una coyuntura de precios estables.
Preguntada al respecto, la Agencia Tributaria hace otra lectura. Fuentes consultadas por este periódico argumentan que el dato de los mil millones traza un diagnóstico parcial de la realidad. Hacienda explica que el fuerte encarecimiento del petróleo supone una gran transferencia de rentas al exterior y una menor capacidad de consumo de la ciudadanía, lo que afecta a la venta de bienes que también están gravados con impuestos. «Ganamos por un lado, pero perdemos mucho más por el otro», puntualizan.
Desde el fisco aseguran que es muy difícil cuantificar cuánto se ha dejado de recaudar en ventas de coches, viviendas y otros bienes de consumo.
Sin embargo, el sector operador de carburantes es especialmente duro con el marco fiscal español. Un propietario coruñés de estaciones de servicio, que prefiere omitir su nombre, se muestra rotundo: «Hacienda está ingresando un pastón: no puede haber un tributo que se carga sobre otro y, en España, el IVA se aplica sobre el precio total del carburante, que lleva ya incluido el impuesto especial. Hasta donde yo sé, esto va contra la legislación europea».
En términos parecidos se pronuncia Casto Bravo, presidente de la Confederación Española de Estaciones de Servicio (Cees). «Quien está ganando dinero de verdad es el Estado», dice. Y agrega: «Propongo una reforma fiscal para abaratar el producto al consumidor final».
Horizonte negro
En una escalada sin precedentes, las gasolinas continuaron ayer cotizando al alza. Al incremento en los días previos al puente del Primero de Mayo, se ha sumado una nueva subida de un céntimo de euro por litro, lo que ha vuelto a dejar los carburantes en máximos históricos. El gasoil, más caro que las gasolinas, se comercializaba ayer a 1,21 euros por litro en la mayoría de las estaciones de servicio de la comunidad. Y el carburante de 95 octanos, entre 1,19 y 1,20. El escenario inmediato no invita al optimismo. Los gasolineros prevén mas repuntes en las próximas semanas como consecuencia del fuerte encarecimiento del de crudo, que cotiza ya por encima de los 125 dólares. «Ese es un nivel de referencia que sirve para ver lo que ocurrirá dentro de un mes o mes y medio: a ver qué pasa con los precios de junio», explica Casto Bravo.