Galán le advierte a Florentino Pérez que no tiene suficiente dinero para comprar Iberdrola

ECONOMÍA

16 abr 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Pertrechado con una corbata verde, el color corporativo de Iberdrola, y blindado por los directores del departamento financiero y de operaciones, Ignacio Sánchez Galán, presidente de la empresa líder del sector en España, advirtió ayer que «ACS no tiene la capacidad financiera» necesaria para lanzar una opa a la «primera compañía energética del país». Dio a entender que si la presenta conjuntamente con la francesa EDF tendrían que hacer bien las cuentas porque el valor de Iberdrola podría situarse en el entorno de los 100.000 millones de euros, una cantidad astronómica, que comparó con los 200.000 millones de dólares que «la Reserva Federal inyectó la pasada semana para que funcionaran los mercados financieros internacionales».

En una rueda de prensa multitudinaria, Sánchez Galán enseñó desde un primer momento sus cartas al declarar que Iberdrola se consolidó como un gigante en el sector eléctrico internacional gracias a la suma de proyectos empresariales como el de Scottish Power y el de Energy East, que siempre se han hecho con buen entendimiento y desde el punto de vista amistoso.

Consciente de que en los próximos meses es más que probable que se produzcan cambios profundos en el escenario energético español, el presidente de Iberdrola fue claro en su discurso: el que tenga un proyecto para Iberdrola que lo ponga encima de la mesa. Se estudiará y, si es viable, se llevará a la junta de accionistas y serán ellos, los 300.000, los que decidirán. Pero en cualquier caso el proyecto que se presente tiene que cumplir unos requisitos básicos, como son que la unión aumente el valor de Iberdrola, de tal manera que uno más uno sean como mínimo dos, o que no diluya ni el beneficio ni el cash-flow por acción.

Competencia desleal

«Si usted quiere hacer una oferta, hágala y si no, cállese», dijo refiriéndose a la posible operación orquestada por ACS y que tendría como principal protagonista a la francesa EDF. Criticó que con este tipo de «ruidos» lo único que se provoca es una competencia desleal que puede llegar a afectar al negocio, una situación que la compañía vasca no está dispuesta a tolerar, y por ello ha pedido a los tribunales que tomen cartas en el asunto.

Sánchez Galán también negó haber mantenido en los últimos días una reunión «formal» con los máximos representantes de Gas Natural y Repsol. Tampoco quiso concretar si en ese encuentro «informal» se habló o no de opas o de alguna operación de integración. Pero, en este supuesto, fue menos duro al señalar de nuevo que estaría dispuesto a estudiar cualquier propuesta que cree valor y siempre que no implique ventas de activos significativos.

Iberdrola, dijo en otro momento de su intervención, es una empresa abierta, dialogante e integrada en la que nadie se siente menos que nadie. «No queremos que los negocios se hagan en los medios de comunicación. Nosotros estamos abiertos a cualquier proyecto si se crea valor para los 300.000 accionistas», pero no para grupos de interés determinados.