Piebalgs apoya la energía nuclear, pero descarta que sea la solución para la UE.
-¿Qué le parece la propuesta anglofrancesa de construir nuevas centrales?
-Son proyectos muy caros, necesitan mucho tiempo y la aceptación popular es mínima. La proporción nuclear en la producción eléctrica de la UE es del 30%, y no creo que aumente. La apuesta por las renovables es la clave para dar respuesta a nuestra necesidad de energías limpias.
-¿Qué pensaría si se construyera una central en su pueblo, Valmiera?
-Mi novia, que ahora es mi mujer, vivía justo debajo de unas líneas de alta tensión. Quiero decir que no temo a la tecnología si es segura y si todo se hace mediante un proceso transparente. Estaría a favor, pero exigiría respuestas a un montón de preguntas.
-Ustedes proponen para el 2020 un 10% de biocombustibles en el transporte terrestre, pero hay informes que alertan de que eso elevará el precio de los cereales.
-No es un 10% de biocombustibles, sino de renovables, que podría alcanzarse en parte mediante vehículos híbridos alimentados por electricidad. También planteamos un 1% de biocombustibles de segunda generación, y controlar los efectos de los biocombustibles.
-¿Por qué una empresa eléctrica estatal francesa puede comprar una compañía española, si la española a su vez no puede entrar en el mercado galo?
-Nuestro paquete energético prevé una mayor armonización del sector, con condiciones más justas para que todas las compañías de la Unión Europea puedan operar en las mismas condiciones. Pero debemos tener en cuenta las leyes que rigen hoy. Hay condiciones legales que deben ser respetadas, aun cuando no sean del todo justas.