Los proyectos de Lábaro en la Costa da Morte, en el aire

E. E.

ECONOMÍA

02 abr 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El Grupo Lábaro, empresa dedicada a las promociones inmobiliarias, se ha sumado esta semana a la crisis que atraviesa el sector tras presentar suspensión de pagos y solicitar un concurso de acreedores.

La compañía posee en la actualidad, según sus propios datos, 50 millones de metros cuadrados y contaba con construir 17.000 nuevas viviendas en dos años. Sus terrenos y promociones se ubican en ocho provincias españolas y países de la Europa del Este.

Sus únicas propiedades en Galicia están localizadas en la Costa da Morte. La promotora fue una de las primeras en aterrizar en la comarca en pleno bum inmobiliario, comprando suelo a bajo precio con el objetivo de construir cientos de viviendas. Las inversiones de Lábaro se concentraron en Muxía, Cee, Corcubión y Fisterra. En la primera de las localidades contaba con construir varios cientos de viviendas. El desarrollo del PXOM muxián le impidió poner en marcha su proyecto. Allí siguen en posesión de varios miles de metros cuadrados de terreno.

En Fisterra desarrollaron la única de las promociones rematadas en Galicia por la empresa, de 52 viviendas, todas ellas vendidas. Eso sí, también allí tuvieron problemas, y recientes: hace solo unas semanas un juzgado de A Coruña declaró ilegal la licencia dada por el Ayuntamiento en su día a esa obra.

Lábaro adquirió terrenos también en Corcubión, en una zona entre Quenxe y el casco urbano, al lado de la playa y sobre el paseo marítimo. Fue su última compra en la Costa da Morte y aún no ha colocado el primer ladrillo ni solicitado licencia para hacerlo.

El gran revés de la compañía en la comarca lo sufrió en Cee, donde poseen una pequeña delegación en la que trabajan tres o cuatro empleados. En la localidad había obtenido licencia para desarrollar una promoción, en medio del casco urbano, de algo más de cien viviendas. Con los cimientos ya construidos, y tras un cambio de gobierno en el municipio, el Ayuntamiento decretó la paralización de la obra por no ajustarse a la legalidad. Lábaro negoció entonces la forma de seguir adelante reformando el proyecto y financiando una modificación puntual de las normas subsidiarias del Ayuntamiento aceptada hace tan solo unos días por el pleno.

Decisión judicial

En la empresa no saben qué será ahora de sus promociones, sus terrenos y su sede. Desde la sede central de la compañía inmobiliaria en Madrid sus repsonsables explican que hay que esperar hasta que el interventor judicial decida si la compañía es o no viable.