La crisis crediticia amenaza a ocho sectores que aportan más del 35% del PIB gallego

Miguel Á. Rodríguez

ECONOMÍA

Pesca, ganadería, construcción o comercio piden la mediación de la Xunta para abrir vías de financiación

30 mar 2008 . Actualizado a las 03:00 h.

La crisis crediticia que envuelve desde hace meses a la economía española comienza a hacer mella en algunos de los sectores claves de la economía gallega. Bancos y cajas han restringido al máximo el grifo de los préstamos y, en los últimos meses, han recortado de forma masiva las vías de financiación para algunas empresas que dependen de los créditos para subsistir.

Las primeras entidades de España, como el BBVA y el Santander, admiten que están rechazando ya cerca del 70% de las peticiones de préstamos que les llegan por parte de compañías en Galicia. Porcentajes similares manejan las cajas de ahorros y el resto de entidades que operan en la comunidad autónoma. Solo tres de cada diez créditos que se solicitan formalmente acaban suscribiéndose. Portavoces del Banco Pastor, Caixanova o Caixa Galicia coinciden además al señalar que estas restricciones continuarán durante bastantes meses.

Las entidades, por otro lado, están siendo más rigurosas con sus morosos. Esta misma semana, los armadores gallegos reconocían que al menos diez barcos han sido embargados en las últimas semanas en Galicia. Y el pesquero no es el único sector afectado por este goteo del dinero. Además de la construcción, otros ramos de actividad, como la agricultura, la ganadería, la industria maderera, el comercio, el transporte y el amplio abanico de profesionales autónomos (en Galicia hay ya más de 234.000) admiten estar viviendo una «crisis de financiación importante» en sus negocios. Las firmas más débiles o con menor capacidad de obtener financiación «corren un riesgo real de desaparición», según admiten las distintas patronales.

Juntos, estos ocho sectores representaron en el año 2007 algo más del 35% del PIB gallego y sumaron una cifra de negocio próxima a los 19.000 millones de euros.

Pero las entidades financieras aseguran que las restricciones continuarán. Al igual que sucede en el mercado hipotecario (el último dato publicado por el INE, correspondiente al mes de enero, reflejó un descenso del 21,7% en los préstamos vivienda suscritos en Galicia), ninguna empresa que no acredite la solvencia de sus activos y un balance óptimo obtendrá financiación bancaria. «Simplemente, porque las entidades tampoco disponen de efectivo suficiente como para atender todas las peticiones que llegan», señala un portavoz de un banco privado gallego.

En medio de este escenario, la morosidad sigue repuntando. Pese a que los índices de dudosidad no han superado todavía el 1%, el pasado febrero, los niveles de impago de las operaciones comerciales a crédito entre empresas españolas reflejaron un empeoramiento del 29,7% en relación al mismo mes del año anterior.

Las patronales piden ayuda

Paulino Franco, el presidente de Feaga, la federación de autónomos gallegos, coincide con el presidente de los promotores inmobiliarios de Galicia, Javier Garrido, en que las Administraciones central y autonómica deberían ejercer de «agentes mediadores» en esta situación. Junto a los portavoces del sector pesquero y de los ramos agrícola y ganadero, los empresarios solicitan a la Xunta que abra nuevas vías de financiación para «garantizar la continuidad de muchas empresas asfixiadas por falta de dinero circulante».

Desde el Ministerio de Economía, el pasado viernes afirmaron que la capacidad de intervención del Gobierno en las directrices de las líneas de crédito establecidas por las entidades financieras es «nula». A través de diferentes ministerios, el Ejecutivo central establece líneas de ayuda, como la suscrita hace pocos días entre el Mapa y el Instituto de Crédito Oficial (ICO) para el sector pesquero.

La Xunta, a través del Igape o los diferentes programas de I+D de la Consellería de Industria, también ha abierto políticas de ayuda para las empresas de la comunidad. Las patronales, sin embargo, sostienen que los créditos bancarios son «imprescindibles para subsistir».