Quemar la casa para pagar la hipoteca

Fernando Mexía

ECONOMÍA

Aumentan los casos en Estados Unidos de personas que incendian sus hogares con la intención de cobrar el seguro y hacer frente al pago del crédito

16 mar 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La crisis de las hipotecas de alto riesgo desatada el pasado verano en EE.?UU. ha hecho mella en los bolsillos de muchos estadounidenses en un país que vive a crédito. La refinanciación y la búsqueda de otros prestamistas es la fórmula más frecuente para hacer frente a las letras de la casa. Sin embargo, algunos han optado por una solución más tajante para librarse de las asfixiantes deudas: quemar su casa, cobrar el seguro y pagar al banco.

De hecho, en California, los incendios originados por este tipo de situaciones se duplicaron el pasado año y las cifras en otras zonas del país, como en Colorado, también han aumentado.

«No es un fenómeno general, y además no tiene sentido», explica Marietta Rodríguez, directora financiera del programa hipotecario de NeighborWorks America, una organización que se dedica a asesorar a las personas que no saben cómo hacer frente a sus hipotecas. «Quemar la casa no es una solución en ningún caso. ¿Dónde van a ir?. Y la compañía de seguros investigará el incendio para conocer las causas, luego no pagará la póliza y seguirán debiendo el dinero al banco», afirma.

La situación descrita por Rodríguez ya se está produciendo y tiene su final en los tribunales. Varios estadounidenses se han visto frente al juez en varios puntos del país, como Michigan o California, acorralados ante las demanda de las aseguradoras y los bancos y con la única salida de asumir su responsabilidad.

Sentencias condenatorias

Las sentencias suelen ser condenatorias y dejan a los acusados en libertad condicional, pero con un mayor número de deudas a sus espaldas, por los costes del juicio, y sin la vivienda que les servía para avalar sus créditos.

En Internet han empezado proliferar blogs en los que personas que estudian la posibilidad de incendiar sus propiedades piden consejo sobre el procedimiento y los trámites a seguir posteriormente. Mensajes titulados como «No pago la hipoteca, quemo mi casa», «Sálvate de pagar la hipoteca, quema tu casa», «Impide con fuego que el banco se quede con tu casa», o «Cómo quemar una casa por el seguro y salirte con la tuya», son meros ejemplos de una tendencia creciente.

«Todo el mundo tiene miedo», confiesa Rodríguez, quien comenta que aconsejar «a mucha gente sobre cómo orientar sus deudas y siempre hay alternativas, pero el miedo sobre lo que está ocurriendo afecta a muchas personas». NeighborWorks America han puesto en marcha un teléfono de la esperanza con servicio 24 horas, llamado Hope Now, destinado a atender a los agobiados morosos ante el inminente embargo de su casa por el banco por no haber podido cumplir con el pago de sus hipotecas. «Recibimos 5.000 llamadas todos los días, en su mayoría de latinos y afroamericanos, en situación desesperada y con miedo a perder su vivienda», afirma Rodríguez.

A través del servicio telefónico, y con el apoyo de los expertos de la organización, tratan de reconfortar y tranquilizar a los afectados y de ofrecerles alternativas. En Hope Now participan asesores, inversores y prestamistas que se coordinan para buscar la posibilidad de que el moroso pueda mantener su casa y hacer frente a los pagos.

Hace solo unos días, el banco de negocios estadounidense Goldman Sachs calculó que el 30% de las hipotecas en Estados Unidos podrían estar en situación de impago o en proceso de ejecución judicial hacia finales de este año.

En un discurso pronunciado el pasado viernes, el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, afirmó que a finales del pasado año, más de uno de cada cinco de los casi 3,6 millones de créditos hipotecarios a interés variable concedidos por las entidades del país estaban en nivel de morosidad grave o, lo que es lo mismo, que tenían atrasos de más de 90 días en el pago o ya estaban en proceso de ejecución.