El astillero firma cuatro ferris más para Armas y eleva la suma de pedidos en la ría viguesa a 2.500 millones
23 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.La industria naval de Vigo sigue sumando pedidos a la cartera más abultada de toda su historia. El astilleros Hijos de ?J. Barreras anunció ayer la firma de un nuevo contrato con la naviera canaria Armas para la construcción de cuatro ferris por un importe de 500 millones de euros.
Este multicontrato, que prevé la entrega de las cuatro unidades a lo largo del período 2009-2013, sumado a la carga contratada en los astilleros privados para el mismo período, eleva el negocio adjudicado en la ría de Vigo hasta este momento a 2.500 millones de euros y supone el pleno empleo en el sector.
Desglosando esta cantidad por centro de construcción, Barreras trabaja sobre una cartera total de pedidos de 1.350 millones de euros (cuatro sísmicos, ocho ferris y un buque hotel). Le sigue Factorías Vulcano, con 900 millones de euros (cuatro sísmicos, un buque de apoyo a plataformas, seis quimiqueros, un cementero y un buque hotel). Factoría Naval de Marín suma 335 millones (cinco cargueros, cuatro remolcadores, dos buques de apoyo a plataformas y un velero). Mertalships&Docks facturará 230 millones de euros (cuatro buques de apoyo a plataformas), seguido de Construcciones Navales Freire (seis portacontenedores, diez remolcadores y un oceanográfico); M. Cíes, con 42 millones de euros (un buque de vigilancia pesquera, dos de investigación oceanográfica y dos pesqueros) y el astillero Francisco Cardama, con una cartera de 20 millones de euros (dos remolcadores y cuatro pesqueros).
Renovación de la flota
Con estos cuatro nuevos buques encargados en Vigo, la naviera Armas completará el proceso de renovación y modernización de su flota, integrada ya por otros ocho ferris que Barreras ha construido para la naviera canaria en los últimos ocho años, para operar en todo el archipiélago, Portugal, Marruecos, Mauritania y Cabo Verde.
Según los datos técnicos aportados por Hijos de J. Barreras, los nuevos buques tendrán 178 metros de eslora, la mayor construida hasta la fecha en el astillero vigués. Los ferris estarán acondicionados para transportar a 1.500 pasajeros y 5.000 toneladas de carga en semirremolques, además de 350 vehículos. Los pasajeros dispondrán de 9.000 metros cuadrados de acomodación distribuidos en tres cubiertas para la habilitación de camarotes, restaurantes, bares y zonas de ocio. En popa, la embarcación contará con una piscina rodeada de bares y terraza. En términos de innovación tecnológica, «las construcciones mejorarán notablemente la seguridad, el confort y la protección del medio ambiente», explican fuentes del astillero.
Las dimensiones de los barcos contratados ha obligado a la firma viguesa a poner en marcha un plan industrial para dotar de mayor capacidad al astillero. El primer paso ha sido presentar a la Autoridad Portuaria de Vigo un proyecto para ampliar en 50 metros la longitud de sus dos gradas principales, que en la actualidad rondan los 200 metros.
La obra incluye ganar ese terreno al mar y retranquear las compuertas que bloquean la entrada del agua y habilitan un enorme dique seco.
Plan industrial
El objetivo principal de la reforma es el de poder construir buques de una eslora máxima de 250 metros, un segmento de mercado inalcanzable en este momento, pero «en el que en poco tiempo» se encontrarán «más cómodos» por su «capacidad tecnológica y rentabilidad», según ha declarado el presidente del consejo de administración, José Francisco González Viñas. Paralelamente, el plan incluye la solicitud de una concesión administrativa hasta el año 2038, cuando en este momento tendría la autorización de uso de la zona hasta el 2025. No es la primera obra de ampliación acometida por la firma en los últimos años por necesidades de producción. Su longitud ha pasado de 130 metros en la época en la que el centro estaba en manos públicas (hace 10 años) hasta los casi 200 actuales.
La empresa mantiene su plan de expansión hacia el exterior aunque, de momento, el objetivo previsto de materializar la adquisición de un astillero en Asia o en Europa del Este, no ha fructificado.