El grupo inmobiliario Martinsa-Fadesa cerró a finales del mes pasado Pinturas Meldorf, una sociedad de larga historia en A Coruña, donde tiene su sede, y con unos ingresos de 1,5 millones de euros. De acuerdo con información facilitada por fuentes conocedoras del proceso y de los trabajadores de la compañía, tanto la Fadesa de Manuel Jove, como la Martinsa-Fadesa de Fernando Martín no consideraban que Meldorf fuera una empresa clave dentro del grupo, por lo que siempre se había manejado la posibilidad de su venta, lo que acaba de producirse. Fuentes de la firma que preside el empresario madrileño confirmaron ayer este término: Martinsa «acomete desde hace meses un proceso de desinversión de activos no estratégicos, como es el caso de Pinturas Meldorf, donde se ha procedido al cese de una actividad, que además era deficitaria para la compañía».
Finiquitos reveladores
Miembros desde la ex plantilla de Meldorf explicaron que la primera señal de aviso la tuvieron en septiembre, cuando uno de los vendedores de la empresa fue llamado para firmar el finiquito. Nadie en la compañía se lo esperaba, ni tan siquiera el gerente, quien preveía que el trabajador en cuestión se iría de vacaciones y que su contratación se alargaría después tres meses más. Fue al día siguiente cuando el gerente de Meldorf se enteró en la sede de Martinsa-Fadesa de los nuevos planes: cerrar o vender antes del 15 de octubre. El plazo se prolongó hasta el 31 de diciembre, pero la venta no se fraguó. Sí se llegó a un acuerdo con la firma gallega Euromontaxe Profesional para adquirir la nave, por un importe que ronda el millón de euros, según confirmaron fuentes de esta última sociedad. La plantilla de Pinturas Meldorf, integrada por 13 personas, fue despedida, pero no en el mes de diciembre, sino en enero.
Goteo de despidos
Firmaron sus finiquitos entre los días 24 y 29 del pasado mes. Previo pacto, se les reconocieron 45 días por año trabajado y una mensualidad. Todos los empleados, excepto uno, que se ha vuelto a incorporar a Fadesa, se han apuntado en las listas de paro.
La salida de Pinturas Meldorf prácticamente coincide en el tiempo con la desinversión realizada en la fábrica de madera que tenía en Rumanía. La operación de venta de esta última se materializó a principios de este mes. La factoría, situada en la región de Moldavia, ha sido adquirida por la empresa polaca Barlinek, que ha desembolsado 23 millones de euros y se ha comprometido a mantener en sus puestos de trabajo a una buena parte de las 14.000 personas que integran la plantilla. La fábrica arrojaba unas pérdidas anuales de unos 13 millones de euros.