El corredor financiero admite «su parte de responsabilidad» y asegura que nunca tuvo una ambición personal porque su objetivo era hacer ganar dinero al banco
06 feb 2008 . Actualizado a las 04:01 h.El corredor financiero francés Jérôme Kerviel, acusado por el banco Société Générale de ser el causante de un fraude histórico, rompió su silencio el martes y admitió en una entrevista «su parte de responsabilidad», aunque se negó a ser «el chivo expiatorio» en este escándalo. «Fui señalado [como único responsable] por la Société Générale. Asumo mi parte de responsabilidad, pero no seré el chivo expiatorio de Société Générale», explicó el operador, de 31 años, durante una entrevista realizada en el despacho de su abogada, Elisabeth Meyer, en París. Vestido con una camisa blanca a cuadros y pantalones vaqueros, el corredor financiero más famoso del mundo actualmente no quiso entrar en detalles y subrayó que prefiere «reservar las declaraciones para los jueces» que instruyen el caso.
La Société Générale anunció el 24 de enero que Kerviel había provocado pérdidas de 4.900 millones de euros (7.100 millones de dólares) al realizar operaciones no autorizadas en los mercados, sin que ningún sistema de control lo detectara.
Según Société Générale, su empleado llegó a invertir 50.000 millones de euros, una cantidad que, según los expertos, no puede pasar desapercibida para ningún banco. «Se pierde la noción de las cantidades cuando se está inmerso en este tipo de oficio [...]. Uno se deja llevar un poco», explicó Kerviel, con una voz tímida y suave, confesando que todavía no da cuenta realmente de las repercusiones internaciones de este escándalo, que sigue «por los diarios e Internet».
Un informe divulgado el lunes por la ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde, concluyó que los controles internos de Société Générale no funcionaron como debían en este caso. «Nunca tuve una ambición personal en este asunto. El objetivo era hacer ganar dinero al banco», subrayó Kerviel.
Desde que se hizo público este escándalo, el bróker, cuya fotografía fue primera página de la prensa mundial, está bajo protección policial y vive en casa de unos amigos. El corredor de bolsa ha limitado también los contactos con su familia para «protegerla de la mediatización». «No soy ni un suicida ni un depresivo», aseguró Kerviel, que considera que la atención de la prensa y las informaciones publicadas son «opresivas» y que garantiza que «en ningún momento pensó en huir». «Habría muchas cosas que decir. Hay mucha desinformación en la prensa», aseguró el corredor financiero.
El lunes, Kerviel fue interrogado por primera vez por el juez Renaud van Ruymbeke. «Todo fue bien. Dije exactamente lo que tenía que decir», afirmó. Según la prensa, el corredor sugirió que sus jefes no podían ignorar sus movimientos en el mercado. El operador fue inculpado por abuso de confianza y falsificación, entre otros, pero fue puesto por ahora en libertad, una decisión que provocó la apelación del fiscal, un recurso que será examinado el viernes.
Una vez terminada la entrevista , Kerviel abandonó a pie y solo el despacho de su abogada.