La tarifa eléctrica que sustituye a la nocturna requiere invertir 500 euros

Miguel Á. Rodríguez

ECONOMÍA

05 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La cuenta atrás para la desaparición de la tarifa eléctrica nocturna, que a partir del 1 de julio será reemplazada por otra de horario discriminado , continúa suscitando polémica entre los ciudadanos. La Organización de Consumidores (OCU) publicó un estudio en el que calcula que el incremento en el recibo de la luz puede alcanzar un 49% si las familias no controlan su consumo ni se adaptan correctamente a los nuevos sistemas de cobro. Ayer, instaladores eléctricos profesionales lanzaban un mensaje de calma al afirmar que en sus análisis a viviendas de la comunidad autónoma los incrementos detectados son «muy inferiores». La tarifa de horario discriminado aplica 14 horas de costo reducido (valle) frente a las 8 de la tarifa nocturna. A cambio, el descuento en esta franja se limitará ahora al 47%, en lugar del 55% anterior. Y en las horas punta , 16 antes y 10 ahora, se aplicará un recargo del 35%, frente al 3% actual. Aprovechar bien las horas de bajo costo será en adelante la clave para que el recibo de la luz no se dispare. Lo que sí parece ineludible es el desembolso inicial para este cambio tarifario. Los profesionales del sector calculan entre 400 y 500 euros el gasto medio al que se enfrentará una vivienda tipo con tarifa nocturna para adaptarse al horario discriminado. Entre 160 y 180 euros se consumirán en los cambios de los limitadores de potencia. Hasta ahora, la potencia máxima se calculaba durante el día, cuando el consumo era menor. Ahora se tomará como referencia el pico máximo de consumo a lo largo de las 24 horas. Las mayoría de quejas de los usuarios hacen alusión a la obligatoriedad de pagar este cambio «no solicitado». Pero, al menos de momento, las compañías eléctricas no están corriendo con el coste de los nuevos equipos. Los gastos de adaptación El segundo gran gasto será la adaptación de los acumuladores utilizados como sistema de calefacción. El distribuidor oficial de Gabarrón, marca líder del mercado en Galicia, explica que, con la nueva tarifa, la mejor solución es cambiar las resistencias de los acumuladores por otras de menor potencia. El coste de esta operación oscilará entre los 200 y los 300 euros, pero permitirá contratar un limitador de potencia menor. La otra alternativa pasa por instalar un doble circuito eléctrico que divida el funcionamiento de los acumuladores en dos bloques de siete horas cada uno. Elena, de Doble Imagen, cree que el nuevo sistema tarifario «no es malo». «Nosotros hacemos estudios individualizados y a cerca de 500 clientes ya les hemos recomendado que se pasen a la nueva tarifa sin esperar al 1 de julio», comenta. Los profesionales consideran que la tarifa de horario discriminado es una «buena ocasión» para que los hogares que usaban una tarifa normal se pasen a esta otra con bonificaciones en horas valle. Desde la Unión de Consumidores de Galicia recomiendan a quienes ya tienen tarifa nocturna que se asesoren bien antes de cambiar. Unión Fenosa mantiene en Galicia 155.750 contratos de tarifa nocturna. Algo más de 1.100 usuarios han optado por pasarse voluntariamente al sistema del horario discriminado. Hasta ahora, Fenosa se ha limitado a enviar las cartas solicitando la revisión de los contratos de potencia a los domicilios particulares, excluyendo los suministros trifásicos, los pertenecientes a las Administraciones públicas y aquellos con una potencia superior a los 15 kilovatios. Portavoces de empresas instaladoras gallegas subrayaron ayer que las nuevas tarifas pretenden «estimular» el uso de energías renovables. «Combinar las horas valle con el uso de placas solares u otras alternativas de calefacción como las calderas de biomasa será mucho más frecuente a partir de ahora», dicen.