El Gobierno gallego recibió ayer con división de opiniones la oferta de una multinacional china para instalar en Galicia un gran parque de energía solar fotovoltaica, que dejaría en la comunidad una inversión de 120 millones de euros. El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, saludó el proyecto y comprometió todo su apoyo tras reunirse en Monte Pío con el presidente del grupo Chint Group, Nan Cunhui. «A Xunta valora que o empresario chinés aposte por Galicia como espazo preferente de inversión no seu primer proxecto en Europa», informó Presidencia en un comunicado. En cambio, el departamento encargado de la planificación energética, la Consellería de Industria, se muestra más escéptica y duda de la viabilidad de un proyecto del que se desconocen detalles claves.
Nan Cunhui, presidente del primer fabricante asiático de material eléctrico, se presentó en el despacho de Pérez Touriño acompañado del presidente de la patronal, Antonio Fontenla, y de Carlos Pérez, presidente de la firma Eurolatón, con gran presencia en China. El proyecto de Nan, según Presidencia, consiste en una gran granja solar de 20 megavatios de potencia -Galicia tiene entre instalados y en tramitación unos 24 megavatios-, que ocuparía 60 hectáreas de monte soleado en algún lugar sin determinar. La planta contaría «cunha tecnoloxía innovadora de segunda xeración que permitiría abaratar os custes de producción», continúa la nota. El conselleiro de Industria, Fernando Blanco, valoró el interés del empresario por invertir en la comunidad, pero recordó que el último Plan de Energías Renovables sólo le otorga a Galicia 24 megavatios, un objetivo cumplido desde hace meses. No obstante aclaró que «con vontade política todo é posible».
Fuentes del sector expresan su extrañeza por el hecho de que una multinacional china quiera hacer negocio con la solar fotovoltaica en Galicia, donde el rendimiento es un 30% inferior al de localizaciones como Andalucía. Además, explican que el proyecto de Chint Group será inviable si no está vertiendo electricidad a la red en septiembre del 2008, cuando entra en vigor una nueva normativa que reduce las primas a la tarifa en un 31%. Las mismas fuentes afirman que buscar el suelo, salvar las trabas administrativas y construir una planta tan grande en nueve meses es una misión casi imposible.