Las alzas de precios y las subidas de tipos estrechan las condiciones económicas de los hogares. Ya son seis de cada diez las familias gallegas que reconocen pasar apuros para llegar a fin de mes, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre condiciones de vida de los ciudadanos. Esto revela que esa proporción aumentó casi dos puntos en un año, al ascender al 60,1% en el 2006, frente al 58,3% del 2005. El escenario no es más optimista si hablamos de los ciudadanos «relativamente» pobres. Hasta un 23,2% de los gallegos viven por debajo del umbral de la pobreza, más de 642.000, muy por encima del 19,9% de media en España.
Los ingresos de los hogares gallegos tampoco se acercan a la media nacional. La renta media de una familia gallega es de 21.321 euros anuales, frente a los 23.442 estatales, mientras que el ingreso por persona fue de 7.607 euros, por debajo de los 8.403 del resto del país.
Una nueva pregunta introducida en el cuestionario acota el campo de las dificultades: el 31,2% de los hogares tienen problemas cuando se trata de hacer frente a gastos imprevistos. Son, puntualiza el INE, respuestas subjetivas: los hogares responden según su propia percepción.
Cada hogar destina de media 231 euros mensuales a gastos relacionados con la vivienda principal, lo que supone un incremento del 4,2% respecto al 2005. Es la factura media del alquiler o los intereses de la hipoteca, comunidad, agua y otros gastos. Pero la cifra sube a un promedio de 517 euros en los arrendatarios a precios de mercado, y se sitúa en 204 euros para los que disfrutan de vivienda en propiedad. La media baja porque cuando un piso está en régimen de cesión gratuita, el gasto mensual se reduce a 100 euros.