Martín prevé un «conflicto social» si sube el paro en la construcción

Natalia Bore

ECONOMÍA

25 oct 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

«Por cada vivienda no iniciada, el paro aumenta entre 2 y 2,4 personas», alertó ayer Fernando Martín, presidente de Martinsa-Fadesa y del G14, grupo que reúne a las catorce principales inmobiliarias del país. En una jornada celebrada para abordar la situación del sector, Martín lanzó un mensaje de advertencia, apuntando que el desempleo en la construcción afectaría «de forma brutal» a la estabilidad social, ya que el colectivo de inmigrantes sería el primero en sufrirlo, lo que acabaría desencadenando «un conflicto social».

En un contexto en el que proliferan las lecturas de desaceleración en el futuro del sector inmobiliario, Martín planteó un escenario diferente, augurando una «vertiginosa» subida del precio de la vivienda en el plazo de dos años, «porque no va a haber suelo resultante para urbanizar» con los actuales plazos de tramitación del suelo.

Reclaman más suelo

El presidente del G14 insistió en que, «en contra del mensaje que desde algunos sectores se está transmitiendo a la sociedad, ni el precio de la vivienda va a bajar en promociones nuevas, ni los tipos de interés van a subir». Según sus estimaciones, la demanda en España no bajará de los 450.000 pisos anuales, por lo que es necesario mantener la construcción para cubrirla y, especialmente, adaptar las normas urbanísticas a esa demanda, ya que es «intolerable» que la disponibilidad de terrenos para edificar se retrase del orden de seis años, mientras que en otros países, como Marruecos o México, no tarda más de año y medio.

Martín defendió la actividad del sector inmobiliario como generador de empleo y riqueza y reclamó la adopción de medidas frente a las restricciones de crédito por parte de la banca, tanto a promotores como a particulares.

La ministra de Vivienda, Carme Chacón, que clausuró el encuentro del G14, recogió el guante lanzado por Martín, instando a los bancos a no restringir el crédito a las inmobiliarias que desarrollan su actividad con un «nivel razonable de riesgo», algo que entiende hacen la mayoría de las empresas del sector.

Chacón se refirió a la desaceleración del mercado inmobiliario como un «ajuste», que nada tiene que ver con el «Apocalipsis que algunos han anunciado». El objetivo -según dijo- es que los precios se estabilicen con un crecimiento similar al del IPC.